sábado, 7 de octubre de 2017

UN DIAMANTE al ROJO VIVO - de Donald Westlake











Esta es una novela de atracadores y atracos. Pero si en una novela tipo se narran como mucho un par operaciones, aquí Westlake nos regala cinco atracos a cual más brillante y es que el diamante del título se muestra en exceso esquivo. El primero se realiza en un centro de convenciones, el segundo eleva el nivel y se atraca una cárcel puesto que el botín es un preso. Más difícil todavía, el tercer atraco se ejecuta en las dependencias de una comisaría y el cuarto y más demencial tiene por objeto invadir un manicomio de alto standing con una prominente seguridad. En el quinto y definitivo todo vuelve a la normalidad, el diamante está escondido en la caja de seguridad de un Banco.
—Había oído hablar del delincuente contumaz, por supuesto —dijo Prosker afablemente—, pero éste tal vez sea el primer caso en la historia del mundo de un delito contumaz.
Greenwood se inclinó y le golpeó en las costillas:
—Siempre hablando. Basta.
—Hay una cosa que no entiendo —expuso el mayor—. Dortmunder, usted proclama que está harto de este asunto. Sus amigos tuvieron que convencerlo para que los acompañara en esta última operación. Y la vez anterior tuve que prometerle más dinero por semana y una paga mayor para persuadirlo de que siguiera. Pero ahora, de golpe, está dispuesto a continuar sin necesidad de que lo convenzan, sin discutir por más dinero, sin ningún tipo de duda. De veras, no lo entiendo
Este diamante se ha convertido en mi cruz —respondió Dortmunder—. Antes pensaba que podría librarme de él, pero ahora sé algo más. Ahora sé que puedo irme de aquí y encontrar otra cosa que hacer con mi vida, pero tarde o temprano ese maldito diamante aparecerá de nuevo y volverá a meternos en líos. Cuando esta mañana Prosker nos dijo lo que había hecho con el diamante, comprendí de repente cuál era mi destino. O atrapaba ese diamante o el diamante me atrapaba a mí, y hasta que suceda eso, de una u otra manera seguiré clavado en esa cruz. No puedo liberarme. Entonces, ¿para qué luchar contra eso?
—Un banco en la Quinta Avenida de Manhattan —dijo el mayor— no se parece en nada a un manicomio en las afueras o a una comisaría de Long Island.
—Ya lo sé —contestó Dortmunder  (pág. 199-200)
Todas las operaciones son brillantes, sorprendentes y exitosas; pero cuando concluye cada una de ellas, el protagonista sigue sin el diamante. Este es su sino. John Dortmunder y su banda son contratados por un embajador africano para robar el famoso diamante Balabomo, que cobija celosamente otro país africano. Dortmunder es extremadamente hábil y minucioso, pero lamentablemente desafortunado. Siempre fracasa. Siendo un tipo inteligente y serio, le rodea un halo de fatalidad del que él mismo es consciente. Con la suerte de espaldas, se ve condenado a planificar un nuevo golpe cada vez que el diamante se le escurre entre las manos. 

Por tierra, mar o aire la escalada de ingenio y audacia de que hace gala Dortmunder es francamente gozosa. El embajador le provee del material necesario, pero es para imaginar su cara cuando pasa de solicitarle uniformes y un camión, a un helicóptero o una locomotora. Dortmunder no se arruga ante el esquivo juego que le plantea el diamante Bolobomo.

La novela es directa y lineal en su desarrollo. Los tipos lo son de una pieza, como corresponde. La prosa es tersa y cortante. No hay pausas, ni flashbacks, ni artificios literarios. El dominio de la elipsis y los diálogos hacen que las páginas vuelen. Los planes de Dortmunder siempre son osados y brillantes, pero el lector no es partícipe de ellos; sólo los ve ejecutándose. Muy entretenida.
La novela transcurre en Nueva York, con sus bares y reservados

Donald Edwin Westlake (1933 – 2008) produjo dos series de novelas dedicadas cada una a un personaje: Parker, protagonista hasta 1974 de diecisiete novelas y que volvería a reaparecer en 1997 con Comeback; y John Dortmunder, ladrón profesional, al que Westlake recurriría en diez novelas y ocho relatos. Parker es el prototipo de antihéroe de novela negra y sin duda su personaje más emblemático. Tanto Parker como Dortmunder son muy reservados y poseen una inteligencia más que destacable.


El autor utilizó varios seudónimos entre los que destaca el de Richard StarkSegún contaba el mismo Westlake, «En aquella época, a primeros de los 60, la industria daba por sentado que las mujeres compraban libros en tapa dura y que los hombres compraban novelas en rústica. Yo ya tenía un editor de tapa dura, Random House, que me estaba publicando un libro al año. Pero quería escribir más, así que pensé: “¿Y si me invento otro nombre con el que escribir algo diferente, pensado directamente para el mercado de novelas en rústica?”. Así nació The Hunter, como un libro para hombres». En esta novela Richard Stark presentaba a Parker, un tipo solitario, duro e implacable que impactó y sigue impactando en los aficionados. «Lo más sorprendente fue que desde el principio las novelas de Stark empezaron a vender más que las de Westlake. Y funcionaron en Europa mejor que las de Westlake. Y fueron compradas para el cine antes que las de Westlake. La carrera de Stark progresaba mucho mejor que la mía y debo reconocer que empecé a cogerle algo de manía al tío».

Lee Marvin en Point  Blank

Gracias a los vibrantes argumentos y a sus personajes decididos y maltrechos, muchas de sus novelas fueron trasladadas al cine. El cazador (The Hunter) fue adaptada primero por John Boorman, en A quemarropa (Point Blank) con la jeta impagable de Lee Marvin; y más recientemente en Payback, protagonizada por Mel Gibson. También Diamante al rojo vivo (The Hot Rock) fue adaptada (de forma insustancial), con Robert Redford encarnando a John Dortmunder. El mismo Westlake fue candidato al Oscar por su guión para Los timadores, película de Stephen Frears basada en una novela de Jim Thompson.

Todavía más recientemente Darwyn Cooke comenzó una inspirada adaptación de las novelas de Parker al lenguaje del cómic. Westlake llegó a tiempo de ver los trabajos preliminares antes de morir y se mostró entusiasmado.

Hasta el momento la editorial Astiberri ha publicado El cazador (2010), La Compañía (2011), El golpe (2012) y Matadero (2014), las cuales han obtenido numerosas nominaciones a los premios Eisner y Harvey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.