domingo, 14 de mayo de 2017

ADVERTENCIA - de Jean Ferry

Ilustración de Claude Ballaré incluida en el libro de Ferry


"Es posible que este texto se imprima y se lea algún día. Tampoco se puede descartar que duerma largos años, silencioso, en un cajón, en forma de manuscrito. Quizá un día el propietario del mueble se vea obligado a huir, dejando atrás las páginas olvidadas. ¿Qué nos impide pensar que la cómoda se ponga a la venta? Ahí la tenemos, recién comprada por un mayorista que quiere amueblar la habitación del servicio de su nueva casa. La criada encuentra el manuscrito y lo tira a la basura. El comerciante, que si ha hecho fortuna es porque no deja que nada se desperdicie, echa a la criada, recupera el manuscrito y lo manda a sus servicios de embalaje. Las hojas arrugadas, hechas un rebujo, servirán de relleno en un paquete que sale hacia una factoría aislada en el centro de África. No, nada de todo eso es inverosímil. Tras varios meses de vagones, vapores, hangares, gabarras, caravanas y porteadores, el paquete llega a su destinatario. Es un hombre blanco. Hace veinte años que partió de Francia para convertirse en el modesto empleado de una importante compañía minera y lo han olvidado en aquel puesto, inútil desde hace tiempo. No hay un solo europeo en mil kilómetros a la redonda y el hombre está perdido en medio de los negros, como una alubia blanca en un saco de alubias negras. El paquete llega demasiado tarde. El hombre es viejo. Había encargado una máquina de hacer hielo, pero el comerciante se equivocó y le envió un dictáfono ultramoderno. Asqueado del mundo, el blanco alisa maquinalmente las hojas de manuscrito que calzaban los rodillos vírgenes. Como no tiene nada que hacer y carece de imaginación, dicta el texto una primera vez y luego una segunda, al revés. Y como habla perfectamente la lengua de la tribu negra más cercana (una especie de bomongo adulterado), dicta en esa lengua la primera traducción del manuscrito. Más tarde, el hombre muere y nadie lo reclama. La maleza invade su cabaña hasta sepultarla. Hace tiempo que las hormigas rojas se han comido el manuscrito.

Los bomongos adulterados han entrado en conflicto con una poderosa tribu enemiga y comienza una nueva guerra de los cien años. Tras un sinfín de batallas, el último de los bomongos, único superviviente de una raza extinta, se ve obligado a refugiarse en la selva. Allí, perseguido por un jaguar una noche de tornado, se esconde en la cabaña del hombre blanco, una vaga y oscura burbuja hueca entre masas de jungla. El negro descubre el dictáfono, lo pone en marcha por casualidad y escucha, en su lengua, el texto de las páginas que vamos a leer.

Para ese negro escribo."




Este texto abre el libro de Jean Ferry, "El maquinista y otros cuentos"
publicado en la Editorial Malpaso y que incluye las 
ilustraciones originales de Claude Ballaré









ힱힱힱힱ。。。ힱힱힱힱ

El maquinista y otros cuentos es un libro lleno de viajes fascinantes y desvaríos fantásticos, caracterizados por un humor sombrío y cercano al sentir surrealista. Por sus páginas transitan trenes que circulan sin descanso durante años, sociedades tan secretas que se ocultan a sus propios miembros, números de music-hall a caballo entre lo pavoroso y lo grotesco, autores nonatos que recuerdan su infancia, marineros enajenados, robinsones abúlicos, alpinistas astrales, estudios cartográficos de la conducta, crónicas de viajes irrealizables, apologías del cansancio o del sueño, antropologías descabelladas: salvo la realidad impuesta por el sinsentido común, todo cabe en estos cuentos rebosantes de humor absurdo y pesadillas surrealistas. Emparentados con la fábula kafkiana y las ficciones borgianas que despuntaban en otras latitudes, los relatos de Ferry nos sumergen en un universo donde lo insensato resulta verosímil y lo racional deriva de premisas inconcebibles.
Jean Ferry - (1906-1974), fue marino, guionista y narrador. Afín al grupo surrealista y habitual de sus reuniones en el café Cyrano, en 1940 adaptó al cine la novela de René Lefèvre Les musiciens du ciel. Después colaboraría con Luis Buñuel, Louis Malle, Marcél Carné o Henri-Georges Clouzot entre otros grandes directores. En 1957 fue nombrado sátrapa del Colegio de Patafísica.
Hay mucho de surrealismo en la prosa de Ferry, que también bebe de otros autores como Julio Verne o Arthur Conan Doyle. Siempre se mantuvo fiel a esta máxima de Raymond Roussel:«una obra literaria no tiene que contener nada real, ninguna observación acerca del mundo, nada salvo combinaciones de objetos totalmente imaginarios». Lo fantástico es el denominador común de todos los relatos.
El autor del Prólogo, RAPHAËL SORIN recuerda el humor sombrío del autor y que "era un hombre bajito, rechoncho, con los ojos vivarachos tras las gafas de montura redonda, el pelo rapado al cero, la voz de pito y una panza que recordaba a la de Ubú.
A pesar de sus magníficas dotes para el cansancio, encontró tiempo para escribir varios relatos entre los que se encuentra su famosísimo «Tigre mundano». En la última edición de su Antología del humor negro, Breton lo colocó al lado de Swift, Charles Cross o Lichtenberg. Consagró varios libros a Raymond Roussel: Une étude sur Raymond Roussel, Une autre étude sur Raymond Roussel, L’Afrique des impressions. Ese trabajo le valió el reconocimiento del Colegio de Patafísica, del que acabó siendo uno de los sátrapas junto a Eugène Ionesco, René Clair, Boris Vian, Jean Dubuffet, Michel Leiris o Maurice Saillet. Su título de regente por suscepción transeante de la cátedra de doxografía y doxodoxia rousselianas lo llenaba de orgullo. Fue el mejor guionista de Henri-Georges Clouzot, con quien trabajó en Manon, En legítima defensa y Miquette et sa mère.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.