lunes, 9 de enero de 2017

MERYL STREEP, más que una actriz

La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) otorga, desde 1952, el galardón Cecile B. de Mille como reconocimiento a toda una carrera cinematográfica. Se entrega durante la ceremonia de los premios Globos de Oro y lo han recibido artistas tan ilustres como James Stewart, Alfred Hitchcock, Genne Kelly, Sidney Poitier, Audrey Hepburn, Sophia Loren, Clint Eastwood o Robert de Niro. En este año 2017 se lo han entregado a Meryl Streep, gran dama e inigualable actriz, y con un discurso conmovedor y combativo, educado e implacable,  ha logrado remover conciencias: "La falta de respeto invita a la falta de respeto. La violencia incita a más violencia. Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos…"  Son valores que nunca tendrían que estar en cuestión. 

Encuentro admirable su postura y opinión que reproduzco aquí íntegramente.



“Gracias Hollywood Foreign Press. Para seguir la línea de lo que ha dicho Hugh Laurie, nosotros, todos los presentes, pertenecemos a dos de los sectores más vilipendiados de la población. Piénsenlo: Hollywood. Extranjeros. Y la prensa. Pero, ¿quiénes somos? ¿Qué es Hollywood? Es un grupo de gente que viene de todos lados. Yo nací, crecí y me eduqué en las escuelas de New Jersey. Viola nació en una cabaña en Carolina del Sur y creció en Central Falls. Sarah Paulson nació en Florida y la educó su mamá soltera en Brooklyn. Sarah Jessica Parker era una de siete u ocho hijos en Ohio. Amy Adams nació en Italia y Natalie Portman en Jerusalén. ¿Dónde están su actas de nacimiento? Y la hermosa Ruth Negga nació en Etiopía, creció en Londres. No, en Irlanda, me parece. Está aquí nominada por hacer el papel de una chica de un pueblo de Virginia. Ryan Gosling, como toda la gente más amable, es canadiense. Y Dev Patel nació en Kenia, creció en Londres, y está aquí por hacer el papel de un Indio que vive en Tasmania…

Así que Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, y si nos quieren echar a todos se van a quedar sin nada más que ver que fútbol y artes marciales mixtas, que desde luego NO son arte… Me dieron tres segundos para decir esto. El único trabajo del actor es entrar en la vida de personas que son diferentes a nosotros y dejarte sentir lo que ellas sienten. Hubo muchas actuaciones poderosas este año que lograron justo eso. Un trabajo asombroso y compasivo. Pero hubo una actuación este año que me impactó, metió sus ganchos en mi corazón. No porque fuera buena, no tenía nada de buena, pero era efectiva y hacía su trabajo. Hacía reír a su audiencia y enseñar sus dientes.

Fue en ese momento, cuando la persona a la que se le pidió sentarse en el asiento más respetable de nuestro país, parodió a un reportero discapacitado. Alguien a quien superaba en privilegio, poder y capacidad de defenderse. Eso me rompió el corazón. Todavía no puedo sacármelo de la cabeza porque no era una película. Era la vida real.

Y ese instinto de humillar, cuando está modelado por alguien en la plataforma pública, por alguien poderoso, se filtra dentro de la vida de todo mundo; es como que da permiso para que otra gente haga lo mismo.
La falta de respeto invita a la falta de respeto. La violencia incita a más violencia. Cuando los poderosos usan su posición para intimidar a los demás, todos perdemos…

Ok, esto me lleva a la prensa. Necesitamos que la prensa defienda y saque a la luz todas las historias, que hagan que los poderosos respondan por sus actos. Por eso, los fundadores de nuestro país, usaron la constitución para proteger a la prensa y sus libertades. Así que solo quiero pedirle a la Hollywood Foreign Press y a todos los que pertenecemos a esta comunidad que se unan y me apoyen en el comité para proteger periodistas. Porque vamos a necesitar que sigan adelante, y ellos van a necesitar que nosotros salvaguardemos la verdad.

Una cosa más. Una vez, estaba parada en un set quejándome por algo, horas extras, o algo así. Tommy Lee Jones me dijo: “¿no es un privilegio, Meryl, simplemente ser un actor?” Sí, sí lo es. Y tenemos que recordarnos los unos a los otros sobre el privilegio y la responsabilidad del acto de la empatía. Debemos estar orgullosos del trabajo que Hollywood honra esta noche.

Como mi querida amiga, la recién fallecida Princesa Leia, me dijo una vez: “toma tu corazón roto y conviértelo en arte. Gracias”.

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