domingo, 27 de noviembre de 2016

LA LLEGADA (ARRIVAL) - de Dennis Villeneuve

Fascinante.

Ya tienes mi opinión. Y si no has visto la película querido lector, no sigas leyendo y ve a verla sin esperar más. De este modo irás como he ido yo esta tarde, sin saber nada, dejándome atrapar por sus excitantes lazos.


Ahora, los que ya la hemos visto podemos celebrar que alguien osara rodar una película basada en el extraordinario relato de Ted Chiang, La historia de tu vida. Porque de una osadía se trata sin ninguna duda: Montar una historia de ciencia ficción totalmente conceptual, sin explosiones ni viajes espaciales, fiándolo todo a un emocionante viaje en torno a la comunicación.  

Ante la llegada repentina de doce gigantescas naves extraterrestres repartidas por el mundo, el alto mando estadounidense reclama a una experta lingüista, Louise Banks (Amy Adams), y a un físico-matemático, Lian Donnelly (Jeremy Renner), para intentar comunicarse con los extraños visitantes. Según se va sumergiendo en los problemas de comunicación y lenguaje, la profesora empieza a experimentar unos extraños flashback sobre su propia vida, donde a la postre encontrará la clave de esta visita extraterrestre: el arma es el lenguaje.  














La clave de la historia, está en la reflexión de cómo el lenguaje es capaz de cambiar nuestra percepción del mundo y del espacio-tiempo.  

Siendo así que el lenguaje es el material con que construimos el pensamiento, en este relato asistimos en directo a la evolución de una lingüista que, aprendiendo un lenguaje extraterrestre, ve cómo se altera su percepción de la realidad.

La grandeza de la película se basa en la genialidad del relato, pero el director aporta de su peculio unas imágenes muy poéticas, un montaje hipnótico y una visualización magistral de las ideas y conceptos que atesora esta historia: las naves, los alienígenas y sobretodo su escritura, que en el libro se denomina "semasiográfica" (aquella que transmite un significado sin referirse al habla o, lo que es lo mismo, en la que no existe una correspondencia entre sus componentes y algún sonido en particular).

Además Dennis Villeneuve ha sabido dotar a sus imágenes de un misterio y una poesía admirables. Ha sabido enriquecer una película con una gran carga intelectual a través de un sólido drama. La historia de Louise se convierte así en algo absorbente y cargado de enorme emotividad; gracias sobretodo a una interpretación de Amy  Adams tan sensible como profunda. 


















La película resulta enormemente estimulante porque te hace seguir la peripecia de Louise con la intensidad propia de un gran descubrimiento: eso notamos en su acceso a la nave extraterreste o en su estudio  de los sonidos y grafías alienígenas. Además, el director ha conseguido, de forma admirable, poner en imágenes un buen puñado de ideas contenidas en el texto: así la fábula borgeana de El Libro del Tiempo, que aparece retratada en la escena donde Louise lee el libro que ella misma escribirá sobre el lenguaje extraterrestre, o en la recepción donde conoce(rá) al general chino que le aportará las claves para lograr su colaboración. 

El guionista Eric Heisserer realiza un trabajo extraordinario para trasladar a la pantalla un relato inadaptable. Añade de su cosecha una trama geopolítica (con rusos y chinos dispuestos a provocar una hecatombre) para provocar un clímax cinematográfico de mayor consumo. Pero la más apreciable inteligencia de la película está en desarrollar un drama veraz y sensible sobre la base de una teoría lingüísica, la hipótesis Sapir-Whorf (citada en la película). En ella se plantea que existe una cierta relación entre las categorías gramaticales del lenguaje que una persona habla y la forma en que la persona entiende y conceptualiza el mundo. En el libro esta nueva conceptualización está tratada mediante el lenguaje, con un sutilísimo juego en los tiempos verbales. En la película, mediante unos flashback que se convierten en flashforward de forma inusitada. 
"Cuando los antepasados de los humanos y los heptápodos adquirieron la chispa de la consciencia, percibieron el mismo mundo físico, pero interpretaron sus percepciones de forma diferente; las visiones del mundo que surgieron de allí fueron el producto final de esa divergencia. Los humanos habían desarrollado un modo de consciencia secuencial, mientras que los heptápodos habían desarrollado un modo de consciencia simultáneo. Nosotros experimentábamos los acontecimientos en un orden, y percibíamos la relación entre ellos como causa y efecto. Ellos experimentaban todos los acontecimientos a la vez,..." pág. 118

Hay que alegrarse de que la ciencia ficción se dedique a explorar últimamente sus facetas más humanísticas. El hombre como náufrago del espacio en Marte o nuestra relación con la inteligencia artificial en Her o Ex-machina. Cada una de ellas, como ésta de hoy, extraordinarias. 





P. D. 1.-
A mi entender la película contiene un error. Cuando Louise está hablando con su hija sobre esas situaciones en las que las dos partes salen ganando y las definen como juegos de suma cero. Es precisamente los contrario. Cuando las dos partes colaboran y salen ganando se trata del juego de suma no cero. Así aparece en el relato de Ted Chiang y en la teoría de juegos.

P. D. 2.-
En cuanto a Lenguaje y pensamiento hay tres enfoques:
• La postura tradicional defiende que el lenguaje depende del desarrollo cognitivo individual. El lenguaje depende del pensamiento; postura de Piaget por ejemplo.
• Por su parte Vygotski considera que pensamiento y lenguaje se desarrollan en un principio de forma independiente hasta que, en un determinado momento evolutivo, lo hacen de forma conjunta.
• Una tercera teoría plantea que el pensamiento depende del lenguaje. Es defendida Sapir y Whorf.

P. D. 3.-
Al concluir la película, en la sala sonaron algunos aislados aplausos a los que me sumé entusiasta. Aunque a la vez oí decir en la fila de delante "¿Pero alguien ha entendido algo?" Lo que sonó más respetuoso que la opinión del crítico del New York Observer, Rex Reed cuando escribió, "Una película rara, lenta y tediosa...sin principio, nudo ni desenlace". Qué lástima me da este hombre, confundiendo lentitud con cadencia y tedio con expectación. Incapaz de apreciar tanta belleza.

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