jueves, 4 de agosto de 2016

Las TINIEBLAS y otros Cuentos - de Leonidas Andreiev








Pesimistas son estos cuentos de Andreiev que hurgan en la condición humana.
Protagonizados por revolucionarios desesperados, prostitutas, perros vagabundos y burgueses en su hora de la verdad; rezuman amargura y escepticismo.

En el cuento que da título al volumen, un revolucionario acosado por la policía se esconde en un prostíbulo. Desesperado y sin fuerzas necesita descansar una noche antes de acometer su atentado; por eso Alexéi se encierra en una habitación con Liuba, la prostituta más angelical. Los dos personajes son antagónicos y las horas de la noche les harán contrastar sus vidas: la cándida entrega a un ideal contra la vil entrega a la perdición. Este palpitante diálogo les ayudará a reconocerse en sus valores y creencias. El revolucionario verá tambalearse sus ideales mientras Liuba comenzará a intuir un amor que quizás la libere de su soez supervivencia. Cada uno vive un tormento y cree ver en la vida del otro su redención.
"-¡A la salud de los nuestros!
-Es decir, ¿de tus camaradas? -preguntó ella muy bajo.
-¡No; bebo a la salud de estos, de los nuestros! ¡A la salud de todos los canallas, de los bribones, de los cobardes, de todos los que están aplastados por la vida, que mueren de sífilis!...
Las mujeres rieron, pero la gorda le dijo con tono de reproche:
-¡Eso es ya demasiado querido!
-¡Calla tú! -gritó Liuba-. Es mi bien amado.
-Bebo a la salud de los ciegos de nacimiento. Saquémonos los ojos porque da vergüenza mirar aquellos que no ven. Si nuestros ojos no pueden servirnos de linternas para iluminar las tinieblas de la vida, arranquémoslos y ¡viva la noche! Si todo el mundo no puede entrar en el paraíso, no lo quiero para mí. ¡Abajo la luz, vivan las tinieblas!" pág. 47
Finalmente, el  amanecer romperá todo atisbo de sueño. Y esta es una de las características más destacadas del libro. Sus protagonistas suelen vislumbrar la felicidad o la redención antes de ser absorbidos por esas tinieblas a las que alude el título. 

Las tinieblas que acechan al revolucionario también lo hacen sobre un niño que vive una vida miserable en una ciudad mugrienta (Petka en el campo), hasta que su madre lo lleva una temporada a la finca donde trabaja. También sobre Bribón, un perro abandonado que durante el verano será apadrinado por una familia en una dacha. Todos acabarán engullidos por la tinieblas. Como la pareja que pasea su amor inocente por el bosque (El abismo) sin darse cuenta de que la noche se les echa encima. 

Para el autor siempre hay un abismo acechando nuestras vidas y el caso extremo es la muerte, última derrota. En Había una vez, se nos relata la historia de Lorenzo Petrovich Koscheverov, hombre que ha disfrutado de recursos y salud, desde el momento en que es internado en un sanatorio del que no habrá de salir. 
"Excepto la primera noche, cuando Lorenzo Petrovich lo olvidó todo en un profundo sueño, no dormía ninguna noche, asaltado por una multitud de pensamientos conturbadores. Las manos cruzadas bajo la nuca, inmóvil, fijaba la mirada en la lámpara eléctrica cubierta con una pantalla. No creía en Dios, no tenía apego a la vida y no temía la muerte. Había derrochado todas sus fuerzas vitales estúpidamente, inútilmente, sin ningún placer. Cuando todavía era joven y tenía hermosos cabellos robaba el dinero a su amo, le pegaban cruelmente con frecuencia y odiaba a los que le pegaban. Convertido él mismo en amo aplastaba con su dinero a la gente baja, a quien despreciaba y a la que inspiraba odio y terror. Cuando vinieron la vejez y la enfermedad comenzaron a robarle a su vez, y si cogía a alguno le pegaba cruelmente, sin compasión. Tal era toda su vida. Estaba llena de odios y de injurias. Las chispas de amor se extinguían en seguida en aquella atmósfera, no dejando tras sí mas que frías cenizas en el corazón. Ahora quisiera aislarse de la vida, encontrar el olvido. Despreciaba profundamente su propia estupidez y la de los demás." pág 67
O en La nada, donde el protagonista muerto recibe la visita del Diablo que le propone elegir entre la Nada o la vida eterna.
"(La vida eterna es) En el Infierno. No es eso precisamente lo que usted hubiera deseado, pero así y todo es la vida. Tendrá usted algunas distracciones, conocimientos interesantes, conversaciones... y sobre todo conservará su "yo". En fin, habrá de vivir usted eternamente.
-¿Y sufrir?
-Pero ¿qué es eso del sufrimiento? -y el diablo hizo una mueca-. Eso parece terrible hasta que uno se acostumbra. y debo decirle a usted que es precisamente de la costumbre de lo que se lamentan allí." pág 82
Como se ve, en los relatos se combinan el pesimismo y la angustia con lo fantástico y tragicómico. El autor se muestra dolorosamente escéptico respecto al género humano.

Andreiev es uno de los grandes escritores rusos anteriores a la Revolución y está considerado como un continuador de Gorki y de Chejov. Lideró el movimiento del expresionismo ruso de principios de siglo XX. Sus escritos delatan su preocupación en torno a la enajenación, la soledad y la falta de espiritualidad del hombre contemporáneo. También la indiferencia de la sociedad hacia el individuo.

Ayudó a los revolucionarios por lo que fue encarcelado. Sin embargo sus dudas sobre la revolución socialista quedaron expuestas en su obra de teatro "¡SOS, ayuda!" y en sus relatos "Así fue" y "Las tinieblas", que rezuman escepticismo.
Entre sus obras literarias más destacadas se encuentran La Risa Roja (1905), Los Siete Ahorcados (1905), Las Tinieblas y otros Cuentos (1916), y El Diario de Satanás (1921), publicada como obra póstuma.
En esta última novela se vuelven a mezclar elementos realistas y fantásticos. Satanás, aburrido del infierno, quiere sentir lo que un hombre. Por ello se encarnará para vivir las mentiras y diversiones que procura la comedia humana. 

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