sábado, 2 de julio de 2016

WAYWARD PINES - de M. Night Shyamalan

Esta notable miniserie (T1, 10 capítulos) ofrece una intriga continuada  y una explicación plausible. M. Night Shyamalan ejerce de productor ejecutivo y rodó el piloto. Prometió que el acentuado misterio tendría explicación (seguro que se acordó de algún que otro desastre reciente como La cúpula, con la que guarda concomitancias).

Ethan Burke (Matt Dillon) es un policía que tiene un accidente de tráfico y despierta en un hospital. Cuando es dado de alta se encuentra con que por un motivo u otro, le es imposible abandonar el pueblo de Waynward Pine. Todo se confabula para retenerlo. Por otro lado cuando interroga a sus gentes, todos se muestran remisos. Detecta miedo. Existe un código que deben seguir: no hacer preguntas, coger siempre el teléfono, no recordar ni hablar del pasado..¿¿??

Esta historia de una comunidad cerrada, nos remite a The Village, la maravillosa película de Shyamalan. En ambas se aprecia ese anhelo de una sociedad sencilla y utópica... que esconde un huevo de serpiente: el del rigor ciego de las normas, la violencia del estado (hay "evaluaciones" que pueden ser mortales), la coacción de la manada para creer y actuar de un determinado modo. La cárcel de un sistema asumido para evitar el miedo a lo que hay fuera o es diferente. 

M. Night Shyamalan dirigió el piloto y sentó las bases. Del capítulo uno al tres se explora el misterio. Etan Burke encuentra a su compañera del FBI desaparecida hace unos meses; pero ella le reconoce que lleva en Wayward Pines ¡doce años!, casada y con una nueva identidad. 
El jefe de policía (Terrence Howard) y una enfermera omnipresente (Melissa Leo, que está especialmente inquietante) parecen tener la clave de todo: conocen el secreto, controlan el poder, aseguran el statu quo... ayudan a que todo el mundo encuentre su sitio en Wayward Pines.

Parece que todos son prisioneros, parece un experimento psicológico y sociológico. Uno de los misterios más grandes es el relativo al tiempo. Los que están allí dentro hablan de años mientras que el agente Burke está seguro que ha visto a su amante-compañera tan sólo hace unas semanas.
Escolares en la sesión de Orientación



En el capítulo cuatro Ethan Burke se plantea el todo o nada. La huida. Pero da con una valla perimetral gigantesca. El capítulo cinco es una bomba. Magnífico. Dirigido por Richard Foley (también director de muchos capítulos de House of Cards), plantea su desarrollo en 3 líneas que siguen a la familia del agente Burke: su hijo Ben asiste a una sesión de Orientación con tintes de secta siniestra. La orientadora interpretada por Hope Davis inquieta sobremanera practicando una suerte de eugenesia psicosocial.

Mientras tanto, la mujer de Burke comienza su andadura de integración asignada a una inmobiliaria y por su parte el agente logra acceder al exterior de la valla.. para descubrir el terrible secreto que esconde Wayward Pines.
Hope Davis te guiará hacia tu destino
Una vez revelado el misterio de la cerrada comunidad de Waynward Pines, los creadores se centran en los conflictos de la comunidad y los intentos de subvertir sus normas por parte de los rebeldes; pero todo se resiente. No encuentro una motivación clara para que los promotores del plan se lo escamoteen a la población. El gigantesco misterio que nos ha obsesionado, de pronto se vuelve algo pequeño controlado por un único y atribulado hombre.

Aun así la amenaza de los abbies, acechantes al otro lado de la alambrada, es suficiente para completar satisfactoriamente los diez capítulos.
Wayward Pines es una adaptación del libro de Blake Crouch, con guión de Chad Hodge. Uno de los aspectos más controvertidos de esta perturbadora comunidad es la "evaluación" pública (eufemismo de ejecución) de los que estorban. Peter es un revolucionario que es detenido. Antes de ser "evaluado" le pide al sheriff compartir unos minutos al lado del muro que rodea Wayward Pines. Allí trae a colación unos versos de Robert Frost: "cuando construyo un muro quisiera saber de qué lado estoy, si estoy fuera o me protege". Esa ambigüedad es la que encontramos en el corazón de esta historia.



P.D. Estos versos también serían aplicables en el reciente referéndum sobre el Brexit.

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