miércoles, 28 de enero de 2015

The BABADOOK - de Jennifer Kent

Película de terror sobre la conjura de los miedos a través de monstruos y alucinaciones.
Una mujer pierde a su marido en un accidente de coche. La llevaba al hospital a dar a luz. Ella se ha quedado vacía mientras Sam, el niño, es pura dinamita: hiperactivo, díscolo y un poco perturbado.

Nunca celebran el cumpleaños de Sam en el día que nació, para no convertirlo en un triste aniversario; pero unos días antes de cumplir los siete años, Sam encuentra un libro en la estantería. Se titula The Babadook y en sus páginas troqueladas acecha una sombra amenazante. ¡Déjame entrar! exige. El monstruo se alimentará de las angustias y miedos de madre e hijo hasta colarse en sus vidas.






















No es una película de terror al uso. Y bien que se agradece. Huye de burdos efectismos, se toma su tiempo para destilar una atmósfera verdaderamente opresiva sobre la pareja protagonista. Lo mejor de la cinta es precisamente eso, la forma de contar este cuento de terror infantil, sólo con elementos físicos, apenas juntando unas sombras, prácticamente sin efectos digitales, apoyándose en la insondable oscuridad.

El problema está en que después de construir situaciones de gran tensión psicológica no da un paso más. La metáfora que une drama y monstruo no queda establecida. El monstruo no es un terror infantil, tampoco una explicación mítica de la tragedia o la depresión. Creo que la película arrastra una indefinición argumental y un final anticlimático. Primero pone el foco en la angustia de Amalia, luego en el trauma infantil. En los mejores momentos se centra en el libro y el monstruo que libera; pero a posteriori se enzarza en una posesión infernal que no viene a cuento. Me quedo con la firme construcción de un ambiente sobrecogedor. 


La película afronta con decisión las vidas rotas, hurga en los traumas del niño y el estado depresivo de la madre. Del mismo modo que en Dark Water de Walter Salles, la atmósfera opresiva está muy conseguida, pero no logra realizar un salto cualitativo, convertir el drama en mito y éste en terror para la posterior liberación.

El título es una anagrama de A-Bad-Book (Un Mal Libro) y el ejemplar en cuestión tiene un enorme atractivo. Su elaboración se debe al ilustrador ALEX JUHASZ que ha conseguido un diseño realmente inspirador. Sus trabajos han sido reconocidos con numerosos premios, incluido un Emy por el diseño de los créditos de la serie United States of Tara".

Sobre libros con monstruo no puedo dejar de recordar la viva emoción que me produjo Un Monstruo viene a verme, de Patrick Ness. Allí la perturbación cobraba la forma de un monstruoso árbol con quien el niño debatía. Las ilustraciones eran igualmente maravillosas. Parece ser que su adaptación ya está en marcha en las expertas manos de J.A. Bayona (Lo imposible, El Orfanato).


Fotograma de Nosferatu -Murnau-
Otro acierto de la cinta es la iconografía de sombras y engendros que retoman el expresionismo de clásicos del cine de terror, como el Nosferatu de Murnau.



Fotograma de The Babadook

Protagonistas absolutos de la cinta, tanto Essie Davis en el papel de madre, como Noe Wiseman en el de hijo, realizan un trabajo sobresaliente. Nos transmiten con toda intensidad el dolor, la ansiedad y el miedo. El niño llega a ser, por momentos, verdaderamente exasperante.

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