jueves, 14 de agosto de 2014

ALABAMA MONROE - de Felix Van Groeningen

The Broken Circle Breakdown
-Bélgica, 2012-





Una historia de amor bluegrass.-

Maravillosa película que fluye como una canción. Una poderosa historia sobre la vida, el amor y la muerte aderezada con una hermosísima banda sonora a ritmo de bluegrass.

Didier es un tipo gigantesco y melenudo que toca el banjo en un grupo country. Elise es menuda y tatuadora. No son los únicos contrastes. Él es ateo, ella fuertemente religiosa. Él inconformista, ella pragmática. Pero encuentran la armonía, cantando en un grupo country y formando una familia que cuando nace la pequeña Maybelle se antoja plena. Pero este círculo perfecto se empieza a romper al detectarle a la pequeña una gravísima enfermedad.

La película destila autenticidad y emoción a raudales apoyada en unas interpretaciones comprometidas y veraces. La pareja posee una química enorme. Su relación es capaz de transmitir todo tipo de emociones con una sinceridad inusitada. 

Para completar esta sobresaliente obra, el director añade dos circunstancias espléndidas: una banda sonora prodigiosa que sabe engarzar las actuaciones musicales de los protagonistas con su propia peripecia vital; y un montaje con saltos en el tiempo que nos obliga a componer un puzzle de versos y emociones.

El director consigue contar una sencilla historia de una forma compleja y muy efectiva. Depositando poco a poco en nuestra retina unos trozos vitales tan genuinos como para conseguir su perdurabilidad y nuestra empatía.

La película convoca a la vez tragedia y belleza. El drama es creíble y duro, inmensamente conmovedor, sin caer en una espuria sensiblería. La crueldad de la vida para con Maybelle hace aflorar la divergencia en la cosmovisión de la pareja. Elise intenta refugiarse en sus sentimientos religiosos mientras se hunde en el dolor. Didier se rebela. Brama contra las ataduras religiosas de la ciencia (investigación con células madre) que niegan esperanza a su pequeña.

Habrá quien tache de brusco e innecesario el speak que escupe Didier al morir su hija (yo no creo en un dios sádico que exige sacrificios de niños, realiza limpieza étnica, etc). Yo no. Creo que es necesario en el desarrollo dramático de su personalidad. Y si no, ahí está como contrapartida su delicada conversación previa con Maybelle, cuando ésta le pregunta cómo mueren las estrellas. 
"Las estrellas mueren, pequeña. La luz que tú ves puede venir de una estrella que ya no existe; pero eso no es malo, su luz seguirá viajando por todo el universo....." Que es como decir "la materia ni se crea ni se destruye, sólo se tranforma". Cada uno que se quede con la transcendencia que prefiera.

La película es límpida y honda como una canción bluegrass. Por lo menos en el sentido que Didier la siente. 
"-El músico más grande del mundo es Bill Monroe, el padre de la música bluegrass ¡Bluegrass!
-¿Tiene algo que ver con la música country? -le responde Elise.
-Sí, ¡es country en su forma más pura!. Un violín, un bajo, una mandolina, una guitarra y ¡un banjo!. .Sólo cuerdas, acústica pura y voces. Es absolutamente sublime."
Música esencial, cuerdas y voz. La voz de un hombre frágil en medio del universo. En las canciones está todo: el amor, el dolor, la pérdida, la soledad, la fe en lo que sea. Félix Van Groeningen ha conseguido aunar de forma bien elocuente historia, música y emociones. Él mismo explica que la música bluegrass forma parte íntegra de la historia, convirtiéndose en el nexo de unión entre todos los temas de la película: vida, muerte, dolor, consuelo, maternidad o sueños.
"Nos hemos esforzado para que los temas encontrasen su sitio en el guión de forma organizada y, por lo tanto, conferirles el mayor impacto dramático posible. En ocasiones, la canción es meramente narrativa y ayuda a contar la historia, o incluso se usa como elipsis. En otras, escogimos una canción porque subraya las emociones. 
Durante la escritura del guión, incluimos algunas canciones de la obra de teatro, pero a medida que empecé a meterme en el mundo del bluegrass, se colaron otros temas en el guión. Bjorn Eriksson compuso todas las canciones y también es el autor de la banda sonora. En muchos aspectos, conocer a Bjorn fue muy importante para la película. Es un apasionado del bluegrass desde que tenía 16 años, es un tío genial. No solo influyó en el sonido de la película, sino también en la imagen. Bjorn dirigió las grabaciones y guió las interpretaciones de Veerle y Johan; nadie les dobla, lo cantan todo ellos. Bjorn toca la guitarra."
El score de la cinta incluye un puñado de canciones memorables que van desde el optimismo de The Boy who wouldn’t hoe corn, hasta la desgarradora Wayfaring Stranger, que suena en uno de los momentos claves de la película. La canción es de una melancolía abrumadora.
Soy un pobre, extraño caminante
Viajando solo a través de este mundo
Y no hay enfermedad, fatiga o peligro
en esta brillante tierra a la que voy.  
Voy allí a ver a mi madre
voy allí para no vagar más
voy sólo sobre el Jordán
voy sólo hasta el hogar.

La otra cima de música y emoción es If I needed you. Escuchar su romántica letra hablando de confianza y apoyo, en el momento de la ruptura de la pareja, supone toda una paradoja. La interpretación de ambos lanzando las manos hacia adelante sin encontrar el consuelo en nada ni nadie es estremecedora. En esos poco más de tres minutos está toda la maravilla y el desgarro de la película.
Si te necesitara ¿vendrías a mí?
¿vendrías a mí para aliviar mi dolor?
Si tú me necesitaras, iría a ti.
nadaría los mares para aliviar tu dolor. 
Cuando la noche es triste y nace la mañana
y la mañana brilla con las luces del amor
Te perderás la salida del sol si cierras tus ojos
y eso rompería mi corazón en dos. 
Si te necesitara ¿vendrías a mí?
¿vendrías a mí para aliviar mi dolor?
Si tú me necesitaras, iría a tí,
nadaría los mares para aliviar tu dolor.



                                             

P.D.
Maybelle ha muerto y el grupo toca en un teatro. Didier y Elise cantan a dúo If  I needed you en el mismo escenario, pero ya se encuentran a años luz. Al concluir el tema Didier explota.

-Sabeis......¿sabéis quién me da lástima? Los científicos que desde Darwin han dedicado su tiempo a estudiar biología y física ¿eh? Que han intentado explicar este mundo maravilloso, describirlo y explorarlo. Que se han pasado toda la vida haciéndolo en las circunstancias más difíciles y...y que ahora escuchan que todavía hay parásitos que cuestionan la Teoría de la Evolución. ¡Porque fue Jehová, Jehová fue quien lo creó todo! ¡ Y todo en seis días! Y no en 4.500 millones de años. Es bastante para hacerme vomitar, ¡pandilla de imbéciles!
Pero dejad que os diga algo ¿eh? Jehová, Jehová el Dios del Antiguo Testamento, el Dios ante quien se arrodilla el 80 por ciento del mundo es, con mucho, el personaje más malvado de la literatura mundial. Consultad vuestra Biblia. Hacedlo y leedla cuidadosamente. Jehová es un manipulador, un sádico,  un asesino racista , estúpido, homófobo, estrecho de mente y un vanidoso que ejecuta limpiezas étnicas, que exige el sacrificio de niños y practica juegos sádicos para poner a prueba vuestra fe. Un dictador que, al parecer, creó deliberadamente el cielo y la tierra para que nos arrodillemos humildemente ante él y respetuosamente le cantemos alabanzas. Bien, pues yo no fui creado a su imagen , yo no acepto órdenes de un dios, así que yo soy mejor que todo eso.
Yo soy....¡yo soy un mono! y tengo miedo. Sé que tengo que ser bueno con mis semejantes o me darán un puñetazo en la boca . Yo no necesito un dios para eso.
Creamos a los dioses porque teníamos miedo  ¡Miedo!. Por ignorancia. Si alguien dijera hoy que el rayo es dios expresando su enfado ¿Qué le diríais? ¡Seguro que todos os reiríais en su cara! Marchando otro dios ¡Marchando otro dios! Marchando otro dios.
Mi hija....mi hija Maybelle, está muerta porque ciertos experimentos están considerados poco éticos por la comunidad religiosa. Pero eso un simple detalle ¡Cada año millones de personas mueren porque ese cabronazo al que llaman Papa. Dice que no hay que usar condón, ¡pero eso es sólo un detalle! ¡Y Maybelle pasa a ser otro detalle!¡Pero para mí, no...!

Los protagonista son la actriz y cantante belga flamenca Veerle Baetens que recibió el premio a la Mejor Interpretación Femenina de la Academia de cine Europea y el actor Johan Heldenbergh, autor de la obra de teatro en la que se inspira la película.

martes, 12 de agosto de 2014

14 - de Jean Echenoz











Todo se va  concretando.-

A cien años de la primera contienda de carácter mundial y terriblemente letal (10.000.000 de muertos) el autor nos invita a un viaje hasta su corazón. 

Una excursión bien particular. Por un lado nos guía hacia la intimidad de un trío protagonista que, casi sin percatarse, ve sus vidas zarandeadas por el conflicto; y por otro, el autor nos hace levantar la cabeza y coger perspectiva sobre la historia. La vemos desde la distancia.
"Todo esto se ha descrito una y mil veces, tal vez no vale la pena detenerse de nuevo en esta sórdida y apestosa ópera. Además, tal vez tampoco sea útil ni pertinente comparar la guerra con una ópera, y menos cuando no se es muy aficionado a la ópera, aunque la guerra, como ella, sea grandiosa, enfática, excesiva, llena de ingratas morosidades, como ella arme mucho ruido y con frecuencia, a la larga, resulte fastidiosa." pág. 62
Los jóvenes Anthime y Charles están enamorados de Blanche. Todos tienen casa, familia, amigos y un buen trabajo. La vida ante ellos se ofrece luminosa cuando, de pronto, se les cruza una guerra que perciben muy lejana. El ambiente general es casi festivo, nadie prevé que el enfrentamiento dure más de dos semanas. 
 "Otros estrechaban en sus brazos a sus retoños, los ancianos y las parejas se abrazaban, las lágrimas inundaban los estribos, como puede apreciarse actualmente  en París en el vasto fresco  de Albert Herter, en el vestíbulo Alsace de la gare de l´Est. Pero en general la gente sonreía confiada, pues a todas luces aquello duraría poco, regresarían en seguida."pag 17
La sensación que transmite toda la novela es un tanto paradójica. Como lectores percibimos con asombro el desenfado con que los protagonistas acuden al horror. Echenoz logra reproducir en nosotros las sensaciones contradictorias de los protagonistas. Comienza el relato con un bucólico paseo en bicicleta por la campiña de la Vendée. En la siguiente escena los jóvenes ya están movilizados y en la siguiente van camino del frente, más preocupados por sus novias y las tallas del capote que por lo que se les viene encima.
"Aquel capitán, llamado Vayssière, era un joven enclenque con monóculo, curiosamente colorado y dotado de una voz apagada, a quien Anthime no había visto nunca y cuya morfología difícilmente permitía columbrar cómo había podido nacer en él, y desarrollarse, una vocación combativa. Regresarán todos ustedes a casa, prometió el capitán Vayssière, levantando la voz en la media de sus fuerzas. Sí, volveremos todos a la Vendée. Ahora bien, un punto fundamental. Si mueren hombres en la guerra, será por falta de higiene. Lo que mata no son las balas, sino la falta de aseo, que es nefasta y que es lo primero que deben ustedes combatir." pág 26
Después de las largas marchas y según se acercan al frente, el autor escribe: "Sí, no cabía duda de que todo parecía concretarse". Esta expresión resume para mí el espíritu del libro. Casi sin darnos cuenta hemos pasado de una excursión a la línea de fuego. No da tiempo ni para el pasmo.

Con certeras pinceladas Echenoz concreta el cuadro. Las semanas se convierten en meses y los meses en años. Acompañamos a Charles en unos de los primeros vuelos de reconocimiento cuando la aviación era tan novedosa que ni sabían que se llamarían así. Acompañamos a Anthime y a sus amigos por las embarradas y gélidas trincheras. Asistimos a la primera guerra con armas biológicas....todo se va concretando.
"A partir de entonces tuvieron que enfrentarse a los hechos: allí comprendieron realmente que tenían que entrar en combate, montar una operación por primera vez, pero, hasta el primer proyectil que impactó cerca de él, Anthime no se lo creyó de verdad" (...)
Después les gritaron que avanzaran y, más o menos empujado por los demás, se encontró sin saber muy bien qué hacer en medio de un campo de batalla de lo más real." pág. 47
El estilo es desapasionado. De hecho, en sus páginas, encuentro un puñado de secos inventarios: tipos de zapatos que produce la fábrica donde trabajan los protagonistas, un listado completo del utillaje en la mochila, otro de los insectos que asolan a los soldados y también un fascinante registro sobre el destino de los animales tanto domésticos como salvajes (caballos, perros, liebres, ciervos, gatos, ratas, etc). Un totum revolutum de hombres y animales con un destino asimilado por el barro y la penuria. 

En su ensayo Las Poéticas de Joyce, Umberto Eco expone que cuando en un texto aparecen largas enumeraciones, éstas pretenden constituirse en el inventario de una realidad que se quiere ordenar y conocer a sí misma. 

El autor pretende acercarnos al horror a través de un contraste, banalizándolo. Describiendo la masacre con un estilo contenido y desapasionado que hace interrogarse a nuestras almas.
Este desapasionamiento por momentos roza la indiferencia y con ello Echenoz expresa algo; se convierte en el notario de un absurdo. No hay horror o desgarro. Una guerra mundial contada al nivel de un hombre pequeño con la conciencia adormilada. Su indiferencia golpea la nuestra.  ¿O es desprecio a la propia guerra? Un rictus que nos dice, mira que mierda. 

Todo ocurre como en sordina: es un mal sueño. Anthime vuelve destrozado de la guerra pero está como ausente. Vuelve a salir con Blanche; pero no hay romanticismo. 
"Anthime no se atrevió casi a quejarse ni a gritar de dolor, ni a echar en falta su brazo, de cuya desaparición, por lo demás, no acababa de tener conciencia. Como tampoco la tenía, a decir verdad, de aquel dolor ni de la situación del mundo en general." pág. 65
La inspiración de la historia surgió por la lectura de unos documentos familiares encontrados por azar. Se podría decir que todos somos herederos del 14, el comienzo de un siglo XX especialmente sangriento y devastador.

Obra muy original en su tono y sobretodo en el hilo conductor que, en sólo 98 páginas, es capaz de llevarnos desde una campiña idílica al corazón de las trincheras. 

Para completar la imagen de estas tumbas abiertas, anegadas de lodo y sangre, conviene leer la imprescindible ¡Puta Guerra!, con las descarnadas viñetas de Jacques Tardi
Allí el protagonista nos ofrece un testimonio de primera línea, inoculado por un sarcasmo cruel que alcanza hasta las mentiras de la guerra y de aquellos que las sustentan.

jueves, 7 de agosto de 2014

VOICE OVER - de Martin Rosete

Este cortometraje está escrito por Luiso Berdejo y dirigido por Martín Rosete. Fue finalista en los Goya 2013 gracias a un guión muy original que desdobla el relato en tres situaciones límite que en realidad son la misma.

Voice Over fue estrenado en Canal + en 2012, donde obtuvo el prestigioso Premio Proyecto Corto. Ha ganado más de 40 premios en festivales de prestigio como Gijón, Almería o Mónaco y fue seleccionado para participar en el Tribeca Film Festival y Los Angeles Film Festival. Su rodaje se inició sin fondos hasta que captó una pequeña parte de su presupuesto a través de crowfunding. 
Un narrador nos acerca a tres historias que tienen que ver con la asfixia y la angustia. Un astronauta que apura su reserva de oxígeno, un hombre arrastrado por su barco bajo el agua, un soldado que se desangra rápidamente. Todos a un minuto y treinta y tres segundos de la muerte. Luis Berdejo -guionista de Rec3 y El otro- perfila un guión muy ajustado, para que el director realice un producto de gran fuerza narrativa.


Llama especialmente la atención la pericia visual de Martin Rosete para conseguir, en poquísimos minutos, sumergirnos en la angustia de un árido planeta exterior o de un abismo submarino. Una brillante producción con gran potencia visual. 


Martin Rosete estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid y Dirección de Actores en la conocida Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños de Cuba.

Con 21 años dirigió su primer cortometraje, Revolución, basado en un relato de Slawomir Mrozek, con el que ganó mas de 50 premios en festivales internacionales. 

Tras dirigir junto a su hermano Jose anuncios para Kamel Films, Martín viajó a Nueva York con una Beca integral de la Fundación La Caixa para cursar un Master de dos años en la New York Film Academy. Asentado en EEUU, ha dirigido allí más cortometrajes y comerciales, encontrándose actualmente preparando su primer largometraje. 

domingo, 3 de agosto de 2014

ASKLEPIOS, EL ÚLTIMO GRIEGO - de Miguel Espinosa







Este libro es un tesoro. Incluso contiene un mapa del Espíritu, un mapa para llegar al origen. “El hombre es Naturaleza”, repite una y otra vez. Y con su salmodia nos acerca a un gozo sustancial, “la perfecta acomodación entre el ser y el mundo”.

Del mismo modo que el Hiperión de Hölderlin, Asklepios aspira a revivir en primera persona la edad de oro de la cultura occidental, la civilización griega. El autor asume en sí mismo la reencarnación de Asklepios, el último griego. Un ser con los valores prístinos de Verdad y Belleza que caracterizaron a la Grecia clásica. 
“Un hombre desterrado en el tiempo, extrañado de su época y separado de su patria por el hueco de los siglos, es acontecimiento igualmente terrible. Tal es la historia que pretendo relatar. 
Me llamo Asklepios, y, por así expresarlo, he tenido dos nacimientos: uno en Megara, Grecia, tan atrás como puede contarse hasta más allá de la fundación de Atenas por Cecrops; y otro, hace apenas treinta y cuatro años, entre los modernos.” pág. 20
En la mitología griega Asklepios fue engendrado por Apolo, el cual lo entregó al centauro Quirón para su educación. Éste le enseñó el “arte” de resucitar a los muertos, el don de la inmortalidad. Temeroso de tal poder Zeus lo fulminó con un rayo, pero su padre Apolo lo vengó abatiendo a los Cíclopes. Asklepios se convirtió en el dios de la Medicina y en Grecia fue venerado en varios santuarios. El más importante fue el de Epidauro donde se desarrolló una verdadera escuela de Medicina. En su culto se mezclaba lo mágico y lo científico. Entre sus varios atributos el más reconocible es una serpiente, según los antiguos porque es capaz de vivir tanto sobre la tierra como en su interior.
Mármoles de Elgin en el Museo Británico


“Me llamo Asklepios, y de tarde en tarde tomo la pluma para confesarme, lo cual hago por cumplir la necesidad de experimentarme verdadero, como ordenó Demócrito.” Así comienza este canto a la esencia y de estas tres palabras –de ningún modo aleatorias- cuelga su voluntad el autor. Necesidad porque el hombre está impelido al conocimiento. Experimentar porque es a través de la acción y pensamiento como se expresa. Y verdadero porque sin autenticidad nada es válido. El prólogo es un grito de afirmación de lo originario y verdadero ante lo falaz y tergiversado.

Asklepios como ser inmortal, nigromante con conocimientos esotéricos, se lanza a bucear en el Hombre y en el Universo, elaborando toda una teoría de la Vida y el Conocimiento. 
“Para indagar quienes somos, tenemos que indagar cada una de las edades que hemos sido, tratando de conocer los seres que fuimos. Esta empresa requiere las siguientes operaciones: remover la conciencia, para encontrar las sensaciones allí depositadas; sacar tales sensaciones a la luz; interpretarlas, y concluir. Este empeño precisa de un gran esfuerzo de imaginación, siempre doloroso. Entiendo por imaginación la capacidad de operar con sensaciones, a la manera que el intelecto opera con concepto, y sacar, como conclusiones, otras sensaciones.” pág 26
Así pues el libro se divide en Infancia, Adolescencia y Juventud y en cada una de estas etapas el autor busca la esencia, la viveza.
“Entiendo por viveza de la carne la correspondencia entre mundo y organismo.” (...) Se puede perder la viveza por varias causas: olvido del origen y acumulación de experiencia en la conciencia. Otra vez descubrimos que la experiencia aniquila lo bueno, natural e increado. Sólo en este sentido cabe admitir que el mundo sea enemigo del espíritu.” pág 78
La infancia participa del misterio, posee la mirada inocente del que todo lo ve por primera vez, tiene un contacto con el universo íntimo y directo que la experiencia suele abotargar.

“La condición de la infancia es la inocencia, o disposición que el Espíritu, todavía no acomodado a lo mundano, que trae del origen. El desacuerdo entre lo elaborado por el hombre y la inocencia del Espíritu se manifiesta a través de lo que denominamos candor, tan característico en los niños y en los dioses. En su origen, el Espíritu es bueno, y conforme se prolonga originario, se conserva candoroso; las almas espontáneas, los sabios y los griegos, se revelaron como perpetuos niños.” pág 27
“La constante sensación de novedad, extensión y misterio del mundo, es otra impresión de la infancia. Cierto Diomedes de Esmirna, a quien conocí viejo, ya en la Era Cristiana, decía así: “Cuando el mundo no parezca nuevo, extenso ni profundo y misterioso, morirá el Espíritu del Primer Día de las Cosas, y, por tanto, Grecia. Vivir entonces será pesadilla”. pág 45
La infancia es el terreno del contacto más íntimo con la Creación y del más reiterado cuestionamiento.
“Terpandro de Lesbos, que dio leyes a la música, escribía así: “En mi casa de Mityilene no crujen ya los muebles durante la noche; del pozo no suben los ruidos que los espíritus producen al sumergirse; las ninfas no rodean los Hermes del jardín, ni el enjambre de los diosecillos, y su murmullo, anida entre las sombras. O la Creación, o yo, hemos perdido la condición infantil. Por otra parte, hacia el siglo IV antes de Cristo, una muchacha asiática me hablaba como sigue: “Asklepios, dime: ¿Por qué ves tantos seres, sucesos y presagios, en la noche y el día, en la llanura y en la montaña, en la tierra y en el mar? ¿Por qué eres tan abundoso en las preguntas y en las respuestas y sus razones? Lo que tienes de niño, tienes de griego.” pág 71 y 72
La Adolescencia es un paso hacia el ser y la interioridad. Se caracteriza por la avidez de conocimiento.
“Cuando el ser vale más que la estampa, la piedra y el tesoro escondido, termina la infancia y comienza la adolescencia. La púber regala sus muñecas a las hermanas y amigas, porque el demiurgo salió de allí para habitar el ser” –decía un tal Timoleón de Circe.” (...)
Con el descubrimiento del ser se inicia el camino hacia la desvelación de lo particular, representado por la persona y el Arte.” pág. 157
“Que gozo sentir el espíritu y sus complejidades, tan nuevas para el muchacho! ¡Qué placer palparse diferentes! ¡Qué maravilla usar de propias potencias y experimentar que la razón y los sentidos responden a nuestra iniciativa! ¡Qué júbilo descubrir y poseer y la soledad! “Desde que tenemos demiurgo o interioridad, comenzamos a amar la soledad, lo cual ocurre a partir de la adolescencia. Y esta necesidad es tan grande que muchas veces supera el dulce instinto de dormir con nuestros amantes” –manifestaba en Tanagra la famosa Corina.” pág. 140
Este libro es una indagación sobre la eternidad del ser. Leyéndolo nos apreciamos solos, expectantes ante el universo, encaramados a un peñasco y traspasados de Divinidad. Es un libro que te invita a bucear en el abismo del Espíritu, lejos de los accidentes del mundo. 
“Yo no había venido a la Tierra por voluntad ni consulta, cosa que jamás ocurrió a individuo alguno; pero, estando aquí, y viendo estos sucesos, me hallaba contento. ¿No ocurre lo mismo al cachorro? La viviente alegría no es producto del juicio verdadero, según creía Platón, ni tiene por causa acontecimiento exterior ninguno, como vencer al enemigo, según pensaba Agamenón, inventar un teorema, como sostenía Demócrito, o escribir un libro, sino que proviene de la perfecta acomodación entre el ser y el mundo. Temístocles no se hallaba tan satisfecho de haber derrotado a los medos como de ser griego; su gozo no era accidental, sino sustancial.” pág 46
Esta pervivencia del ser y la inteligencia nos remite a la Ética de Spinoza: "Obrar por virtud absolutamente no es otra cosa en nosotros que obrar, vivir y conservar nuestro ser (estas tres cosas no forman más que una) bajo el gobierno de la Razón".

Apolo
Miguel Espinosa nos traslada al arquetipo del hombre “clásico”, tal y como se produjo en la Grecia idealizada. El texto tiene la potencia poética de un canto: un canto al pensamiento filosófico y al más genuino humanismo.
“El conocimiento es emanación; advertimos el mundo porque está dentro de nosotros; el cosmos y la inteligencia son sistemas idénticos. “ pag 32
El texto no admite encasillamiento. Es narración en cuanto que relata las vicisitudes de un hombre. Es poesía por su tono elegíaco. Es filosofía porque se interroga a sí mismo y al mundo que lo rodea. Es un canto como pocos. No de naciones o héroes al estilo de la Odisea, sino el canto del hombre expectante.
“Para el que siente expectación, ningún momento está vacío, sino todos llenos, porque suceder es acaecer, y el tiempo, un conjunto de acontecimientos.
Acaece el río, la planta, la hormiga, la nube, el sol, las estrellas y el pensamiento. El hombre poseído y predispuesto por la expectación, es un ser inspirado. Lo que muchos llaman inspiración no es otra cosa que una predisposición del ánimo hacia el suceso vivo del mundo” pág. 85
Uno de los conceptos más preñados del libro es el de la Expectación, al que dedica todo un capítulo, el IX, con el doble de extensión de cualquier otro. En este concepto cabe una Teoría del Conocimiento, una crítica de la religión y el poder y una postura vital. 
"Podemos imaginar un mundo sin dinero, sin poder...pero no sin sol, montañas “el hombre no es otra cosa que una parcela de la gran extensión y presencia del universo, y, por tanto, no puede existir sino en relación con ellas. un individuo absolutamente aislado de las cosas, tendería fatalmente a refutarlas, y, si fuera profundo, a refutarse a sí mismo. A esto se llama nihilismo.
Lo contrario del nihilismo es la expectación o predisposición del ánimo hacia el fenómeno. La inteligencia, o capacidad de componer y descomponer dentro de un todo, ve cosas aisladas, nunca en comunicación. El intelecto da cuenta del mundo a la manera del que enumera y pesa, pero no lo siente, por lo cual jamás llega a conocerlo como es y sucede. Sólo a través de la conjunción entre inteligencia, memoria y sensibilidad, conocemos la realidad mediante la comunión con todos los seres y cosas." pág 83-4
Miguel Espinosa
El vivir expectante es equiparado por Espinosa a la existencia poética: “El poeta es una comparecencia expectante, que ve el universo como una continuidad viva, y su obra, la expresión del conocimiento particular de esa continuidad.” 
El vivir no-expectante participa de una “esperanza referida” y metafísica junto con una dimensión materialista de la vida: 
“Cuando el hombre se aparte de su origen, y niega la Naturaleza, como a enemigo, estableciendo las dualidades alma y cuerpo, espíritu y materia, verdad y realidad, o este mundo y el otro, la expectación ya no comparece en su ánimo.Comiénzase entonces a vivir de sentidos para adentro, y a sustituir la espera en el momento por la espera en acaecimientos no ya mundanos e indeterminados, sino ultraterrenos, concretos y reglados. Se espera, por ejemplo, el Gran Día de la Justicia Final, el Gran Día del Castigo, o el Gran Dia de la Luz. A esto se llaman esperanzas.
Desde que Cristo relevó al milagro antiguo, la Naturaleza fue sustituida por la interioridad. El resultado fue la muerte de la vieja expectación y su inocente disposición, trocadas por esperanzas concretas. “ pág 93
El libro está sembrado de estos planteamientos dicotómicos: vivir expectante, no-expectante; amor referido y deferido... en todos ellos encontramos la contraposición del espíritu griego inmortal y la encarnadura humana contemporánea.

“Muchos hombres sólo han sentido emociones referidas o suscitadas por el estímulo (...) otros han vivido emociones no causadas, es decir, independientes de todo origen o motivación exterior, comportándose como la misma Naturaleza, que, sin necesidad de incentivos, crea en abundancia lo permanente y lo perecedero. Estas emociones deferidas nacen misteriosamente en la interioridad del sujeto, y fluyen de allí como el olor de ciertas plantas, por espontánea emanación, inundando el ánimo de su esencia. Entre ellas se encuentra el amor sin objeto preciso, o amor universal por todos los seres y cosas, tan característico de la adolescencia, el miedo cósmico y otros estados anímicos.
Los artistas son hombres de emociones deferidas y el Arte, su objetivación a través de una determinada materia: la palabra, la piedra, el sonido, el movimiento y el espacio mismos.” pág 58
La juventud se asocia a la rebeldía, a la "vocación de opinar" y a una "insaciable avidez". Esta juventud encarna como nadie el espíritu griego: todo cuanto en Grecia se valoraba como virtuoso, bueno y apetecible, resultaba vicioso, malo e insoportable para dictadores y reyes de esclavos. 
“¡Qué individualidades tan exageradas las de los griegos! Como no les importa participar, no quieren colaborar. Sus ojos observan incesantes; su mala lengua vomita continua; a nadie reverencian; son enemigos de todo noviciado; se ríen de sus propios maestros; carecen de magos a cuenta del Erario; ignoran los libros sagrados y retan al Poder. ¡El Asia les repudia! –manifestó Darío al mismo Ecfanto.” pág 190 
“El saber y sus opiniones son obra de nuestro demiurgo o interioridad, que ve o sueña el universo; a una viva interioridad corresponde un profundo ensimismamiento, y, al mismo tiempo, una honda vocación de opinar, en suma, una insaciable avidez, y viceversa ; quien no vive el ensimismamiento , no goza de conocimiento ; aunque parezca contradicción, el absorto es un constante investigador.” pág 151



Miguel Espinosa es un autor de una rareza excepcional en España, un heterodoxo que dota a sus textos de una enorme intensidad. Su obra magna es Escuela de Mandarinesun retrato crítico, feroz e irónico de la época que le tocó vivir, la dictadura franquista.
Sin duda se trata de un libro absoluto donde habita  la Literatura, el Poder, la Teología, la Política y la Filosofía. De algún modo podríamos decir que el presente Asklepios, publicado póstumamente, sería el reverso íntimo y personal de esa genial novela. 
“Me burlo de toda grandeza, porque pienso que cualquier grandeza es falsa. Entre vanidosos, soy el demiurgo que los hincha; entre hipócritas, el demiurgo que los escandaliza; y entre neutrales, el demiurgo que los implica. Como todo proscrito, padezco nostalgias, y éstas son las nostalgias que yo, un griego, vivo: nostalgia de la Verdad, de la Belleza y de la Bondad.” pág 14. Prólogo