miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL JUEGO de ENDER - de Gavin Hood

-Ender´s Game-
EEUU, 2013





Agradable sorpresa.-
La que parecía inadaptable novela de Orson Scott Card encuentra en esta película una digna escenificación.

La Humanidad se ve amenazada por una raza alienígena a la que llaman "insectores". Se comunican por telepatía entre sí, pero con los humanos no hay contacto. La Tierra ha repelido un primer ataque y se prepara para la batalla definitiva. Necesitan un genio militar que comprenda el modus operandi de los insectores. Para ello permiten el nacimiento de un tercer hermano en una familia de superdotados que ya cuenta con Valentine y Peter. Ender será el Tercero y su destino es la instrucción más severa en juegos de guerra para convertirlo en comandante de la Flota Internacional.

De Gavin Hood, director que, en X-men Orígenes: Lobezno, sostenía con solvencia una cinta con un guión justito; se puede decir que ha rodado con eficacia una historia que albergaba mil facetas. La película es entretenida, está bien rodada y recoge satisfactoriamente el espíritu del libro. Me ha gustado.
Pero....¡se ha quedado tanto por el camino!

Quien haya leído el libro apreciará que la esencia del relato está ahí, su espíritu antibelicista, la inclinación empática de Ender, el atropello de su humanidad. Pero el lector más apasionado despotricará y con razón, por las ausencias de personajes, subtramas y sobretodo de profundidad psicológica. La valiosa personalidad de Valentine, la endiablada voluntad de poder de Peter, la heroica resistencia de Ender a convertirse en un monstruo. Efectivamente el reto era gigantesco.

Los aciertos más notables son, las dos pinceladas que dibujan el aprendizaje de estrategias en la Cámara de las Batallas y el juego interactivo del Mundo de Fantasía, en el que Ender vislumbra su conexión con los insectores. Y por supuesto el final. Es verdad que es un final anticlimático pero así tenía que ser; respetuoso con el original y absolutamente necesario para provocar la reflexión.

Los temas que se pulsan son múltiples y a cual más candente: la abominación de los niños soldado y de las guerras preventivas, el choque de civilizaciones y la infamia de la guerra teledirigida con drones. La película juega las bazas de la aventura sin entrar demasiado en complejidades morales. En este aspecto la distancia con el libro es enorme. Pero no extravía el sentido último de la historia, el que navega entre dos frases concluyentes: la belicista del coronel Hyrum Graff (Harrison Ford), "la mera existencia de esos alienígenas ya supone una amenaza"; y la cita del propio Ender Wiggin que abre la película, "Cuando entiendo a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarlo, en ese momento, también lo quiero." 



Los dos problemas más graves que arrastra la cinta son la falta de sutileza en la evolución de Ender y unas interpretaciones muy planas, sobretodo la de un Harrison Ford que peca de inexpresivo. La interpretación de Asa Butterfield, un delicioso angelito en La invención de Hugo, en esta ocasión es bastante sosa. Quizás también porque todo ocurre demasiado de prisa. El liderazgo de Ender parece asumido por todos incluso antes de demostrar nada. Se pierde por el camino la profundidad de su psicología atormentada, la crueldad del entrenamiento, el intento de triturar su sentido humanístico.

Lo que en el libro dura años, aquí ocurre en pocos meses. Nos perdemos el ascenso a mito de la escuadra Dragón, personajes tan emblemáticos como Dink, Alai o Bean, los debates y amaños de Demóstenes y Locke (los nick políticos con los que Peter y Valentine masajean a las masas a través del ansible), ...
Sin duda es demasiado lo que falta; pero creo sinceramente que la película honra al libro.

Como casi siempre en estos casos, toca acercarse a la biblioteca o encender el e-book, para encontrar un verdadero clásico de los ochenta, ganador de los premios Hugo y Nebula. Curiosamente en él se encuentra una de las más categóricas premoniciones sobre Internet. El ansible es un sistema mundial de comunicación. Locke y Demóstenes lo usan para lanzar sus proclamas. A través de él se establecen comunicaciones, se intercambian archivos y por supuesto Valentine envía a todo el mundo los libros que escribe sobre las guerras insectoras y la historia de su hermano. En ellos incluirá el opúsculo escrito anónimamente por Ender titulado, La Voz de los Muertos.

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