martes, 23 de julio de 2013

ARRAIANOS - de X. L. Méndez Ferrín






















Contar y fantasear es el espíritu del libro.
Contar reproduciendo el habla de las gentes de La Raya, una difusa frontera entre Galicia y Portugal cuyos milenarios caminos han sido hollados por contrabandistas, fugitivos, meigas y aparecidos. Contar reproduciendo ese espíritu nebuloso donde caben sueños, fantasías y venganzas.

Y sobre todo fantasear  porque la realidad  parece poco consistente por estas sierras y brañas y los personajes la van construyendo a su medida. Como ese sobrino pacato y obediente que escribe cartas a su tío desde la aldea de Lobosandaus para contarle lo que parece una furia de posesión y muerte. O el manuscrito del 999 donde Adosinda horrorizada relata un aquelarre con tal viveza que su fulgor traspasa el alma de su lectora, la vieja profesora Luisa ArmestoFantasea sobretodo el sindicalista de El militante fantasea que imagina una realidad distinta mientras protege una operación de sus compañeros del maquis.

Misa de Campaña (detalle) -A. Ferrer Dalmau
Algunas narraciones tienen su contrapunto en hechos históricos que dejaron sus huellas en La Raya, como El Exclaustrado de Diabelle 
"Con certeza, tras unos años de frenética actividad, combatiendo como un jabalí por yermos y por vegas, el Exclaustrado de Diabelle se había ganado la fama de fiera intransigente. Con el abrazo de Vergara, se retirara a sus posesiones familiares en Diabelle y en Rubiáis dos Mixtos para, enseguida de la caída del miguelismo, convertirse en un jinete solitario por las gándaras, esquivo y callado siempre. Sin renegar de las órdenes recibidas, había renunciado al Oficio Divino por no considerarse digno de ejercerlo en aquellos tiempos de prueba y revolución." pág. 82
O la barbarie que se relata en Ellos y Botas de Elástico sobre la fiera caza de los franquistas contra los topos escondidos después de la guerra civil. En el primero vemos crecer la insania de unos jóvenes espoleados por sus propias bravuconadas, y el segundo plasma el contraste entre la sequedad de una declaración judicial y la sobrecogedora relación que hace una niña sobre el acecho y captura de su padre. 
"Un tricornio me cogió por las orejas y me dijo: mira, mira. Mira lo que le hacemos a la puta de tu madre. Volví la vista hacia el hombre de las botas de elástico, que presenciaba todo inmóvil, con los brazos cruzados y un mimo de contrariedad en los morros de nutria que antes me había parecido boca linda. Recuerdo detalles sin importancia: una punta de su camisa retorcida hacia afuera, una insignia con el yugo y las flechas de la Falange en una de las solapas de su traje gastado. Me hizo con la cabeza un signo raro, como si me dijera adiós. El tipo de la gorra de plato con funda roja se reía divertido. Fue entonces cuando papá se puso a gritar dentro del pozo que se estuvieran quietos, que él ya se entregaba." pág. 109
Siendo el libro un conjunto de relatos excelentes por su cadencia, hondura y emoción perdurarán en mi memoria Quinta Velha do Arranhão, Ellos, Las Medias azules, Lino y Un Castillo en los Páramos.

Este último, supremo en arte literario, refiere una venganza orquestada por un oficial en un remoto destacamento y utiliza el recurso del manuscrito encontrado.
Lino es la emotiva historia de un deficiente y una joven inválida recluida por su voluntad en la quinta familiar.

Quinta Velha do Arranhão identifica el lugar mítico del pasado y los secretos familiares. El padrino del joven protagonista ha venido reconstruyendo a través de cartas y rumores, una oscura tragedia ocurrida allí hace cien años. El relato combina magistralmente los tres niveles de la narración, el del padrino, el del protagonista en su viaje iniciático y el de los propios hechos casi convertidos en leyenda que como líquenes permanecen pegados a las piedras del caserío.
"Ella, ya anciana, recorría los salones de la Quinta y murmuraba susurros al aire, por las esquinas, en el borde, a veces, de un sofá, atentamente inclinada hacia adelante como quien escucha a alguien invisible sentado en la silla de al lado. O bien Carlota salmodiaba en su cuarto largos monólogos entreverados de silencios en los que podían ser adivinadas respuestas si hubiera gente allí, gente llamada el Capitao o, si acaso, Otilia o Eduardo. Oh, sí, vea mi señor Padrino y tutor que yo empiezo ya a comprender todo lo que Vossemecê, con la sinuosidad que dicen característica de los arraianos, tuvo a bien imbuirme en tan largas sesiones evocativas, en el horno que los Arcos de Valdevez fuera en el aquel verano inolvidable o, antes, en el invierno cruel que lo precediera". pág. 198
En el cuento de Las medias azules unos jovenzuelos visitan a dos hermanas que habitan en lo profundo del monte. Huyen después de escarnecerlas; pero su maldición les persigue. La repetición exacta de un párrafo trivial, explota ante nuestra mirada como un déjà vu,  y con un escalofrío nos anuncia el desenlace. 
"Aquel camino estaba hecho de piedras grandes y antiguas, y se demoró en una revuelta en la que el suelo mostraba, a una nueva luz que penetraba la niebla, huellas de ruedas labradas por eternidades de carro y enseguida pisamos un puente altísimo sobre el que nuestros caballos hacían resonar ecos secos, toscos, estrechos, de mil años." pág. 59
Este maravilloso recurso indirecto también lo utilizó Bioy en su cuento "Cavar un foso" ("Historias de amor", Alianza Editorial) para subrayar el fatalismo de lo que está por ocurrir.




La gijonesa editorial Hoja de Lata ha querido estrenarse con este clásico gallego que data de 1991 y que, con la traducción de la poetisa Luisa Castro, se pone ahora al alcance de todo lector en español. Enhorabuena por la iniciativa y gracias por este hermoso libro que alberga historias tan terribles como evocadoras. 

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