lunes, 29 de octubre de 2012

El contexto

 de Leonardo Sciascia






El subtítulo de la novela es "Una parodia", pero el asunto no es baladí, puesto que husmea en el engranaje de la Justicia y discute su propio concepto. 
"Concebí la historia de un hombre que mata jueces y de un policía que, a partir de un cierto momento, se convierte en su alter ego. Un divertimento. Pero se me fue para otro lado: ya que a partir de un determinado momento la historia empezó a moverse en un país totalmente imaginario, un país donde las ideas carecían de valor, donde los principios -todavía proclamados y reclamados- eran objeto de cotidiana befa, donde las ideologías se reducían en política a puras denominaciones en el juego de los diferentes papeles que el poder se atribuía, donde lo único que contaba era el poder por el poder." pág. 190
Hay un punto en que el policía se debate entre poner a un acusado en manos de la Ley o de la Justicia; siendo la justicia un poder más del estado susceptible de perversión. Sciascia siempre ilumina esos parajes de nuestra sociedad donde reina "la infamia, la ambigüedad política y el crimen sin culpable."

Los crímenes vienen motivados por una venganza debida a un error judicial. Si se admite que el error judicial es imposible son en verdad crímenes contra el Estado. Con lo cual empieza un nuevo juego entre enemigos políticos que buscan desprestigiarse o favorecerse unos a otros.
El policía Rogas acabará harto del intrusismo y orientará su investigación no a los simples asesinatos sino a los beneficios que unos y otros se apuntan.
"En la práctica se trataba de defender al Estado contra los que lo representaban, lo detenían. El Estado permanecía detenido y había que liberarlo  Pero él también estaba detenido: sólo podía intentar abrir una brecha en el muro." pág. 130
Desde el primer momento de la investigación ya se hacen presentes, mediante sugerencias y recomendaciones, todos los estamentos de la nación, jefe de Policía, Ministro del Interior, Tribunal Supremo y sin que falte la instancia eclesial. Todas las piezas de un gran juego de intereses, adobado con la manoseada Razón de Estado

Instruye enormemente leer hoy a Sciascia, tanto por lo que ha cambiado la sociedad y el estado como por lo que permanece.  La época en que escribe Sciascia nos remite a un estado cerrado, endogámico, con todas sus instancias bien atadas. El "Engranaje" del que habla uno de los personajes. Hoy ni siquiera un mandatario como Berlusconi  ha podido mantener en su garra el manubrio del engranaje. La Iglesia y los partidos callan y obedecen. Existe una nueva liturgia, un nuevo dogma. El mercado sin rostro que es capaz de torcer destinos y hasta naciones.

Sciascia adereza el texto con pizcas de su acerbo personal, en muchos casos irónicos; textos y autores que cita con voluntad hipertextual y que nos llevan de Savinio a Stendhal, pasando por Cernuda y Voltaire, sin que falte el Argumentun Ornithologicum hecho famoso por Borges. Parece que quisiera oponer una saludable ironía a los alambicados trazos de sus señorías.

El Ministro se sincera ante el policía:
"Yo también, ya se lo he dicho, cedería muy a gusto mi puesto al señor Amar. Pero, ven, este país todavía no ha llegado a despreciar al partido del señor Amar como desprecia al mío. En nuestro sistema el crisma del poder es el desprecio. Los hombres del señor Amar están haciendo todo lo posible para merecérselo: y lo conseguirán. Y en cuanto lo hayan conseguido, ya se las arreglarán para legitimarlo. Porque el sistema permite llegar al poder mediante el desprecio; pero es la iniquidad, el ejercicio de la iniquidad, lo que lo legitima." pág 117

El presidente del Tribunal Supremo declama su liturgia:
"Tomemos por ejemplo, la misa: el misterio de la transubstanciación, el pan y el vino que se convierten en cuerpo, alma y sangre de Jesucristo. El sacerdote puede incluso ser indigno, en su vida, en sus pensamientos: pero el hecho de haber sido investido de su ministerio, es lo que hace que en cada celebración se cumpla el misterio. Nunca, fíjese bien, nunca, puede ocurrir que la transubstanciación no se produzca. Y lo mismo sucede cuando un juez celebra la ley: la justicia no puede dejar de desvelarse, de transubstanciarse, de cumplirse." pág 136

El Estado es sagrado y sus servidores oficiantes contra quien no cabe más que el sacrilegio. Vaya jeta.

Las citas colocadas en el frontispicio del libro suman una narración ya de por sí irónica:
"Hay que hacer como los animales que borran todas las huellas delante de su madriguera" (Montaigne)
"¡Oh Montaigne! tú que alardeas de franqueza y de verdad, sé sincero y veraz, si es que un filósofo puede serlo, y dime si existe un país en la tierra donde sea delito el mantener la palabra dada y el ser clementes y generosos; donde el bueno sea despreciado y ensalzado el malvado."  (Rousseau)
¡Oh, Rousseau!  (Anónimo)

domingo, 28 de octubre de 2012

ARGO - de Ben Affleck




Tercera película de este actor sólo regular pero que como director tiene un pulso muy convincente. En Argos nos regala un thriller apasionante basado en la crisis de las embajadas de 1979 en Teherán. Cuando el ayatolá Jomeini regresa a Irán para tomar el poder, la multitud enfervorecida ocupa las calles y rabiosa por el apoyo de EEUU al sah y la huida de éste, asalta la embajada norteamericana. Todo el personal es hecho prisionero y acusado de espías, menos seis personas que logran huir y refugiarse en casa del embajador de Canadá. 

Los juicios sumarísimos y el ánimo de venganza de un pueblo que fue tiranizado por el sah se adueñan de la situación. Se teme lo peor y la Administración Carter queda paralizada sumida en un mar de dudas. En una de las reuniones Tony Méndez, un experto de la CIA en rescates, propone la idea descabellada de simular el rodaje de una película de ciencia ficción en Teherán como operación encubierta para sacar a los seis escapados.

La película tiene los mimbres de un thriller de espías, muy centrada en los hechos históricos pero comprimidos en una acción de puro nervio y milimétrica intriga. 

Es de agradecer la ausencia de patrioterismo barato y la introducción histórica con que se inicia la película nos ilustra sobre el origen del conflicto. Tras la 2ª Guerra Mundial se intensifica en Irán el movimiento nacionalista para sacudirse el yugo de las potencias extranjeras. En los años 50 accede al poder un primer ministro democrático, Mohammad Mosaddeq que, ante el abuso de los acuerdos comerciales con Gran Bretaña, decide nacionalizar el petróleo. La respuesta de Estados Unidos y Gran Bretaña es orquestar un golpe de estado que depone a Mosaddeq y entroniza al Sah Reza Pahlavi. En 1978 estalla el descontento popular contra el sah, el cual huye a EEUU y Jomeini convierte a Irán en una República Islámica.

La cinta se abona al suspense y monta unas cuantas secuencias que te clavan en la butaca: el asalto a la embajada, el paseo del "equipo de rodaje" por el Bazar buscando exteriores y la llegada al aeropuerto. La amenaza de una muerte terrible pende sobre todo el relato y en cada escena le tensión es acuciante.

El hecho de requerir la colaboración de Hollywood para la farsa, introduce un nuevo escenario que aporta con humor un retrato bastante cínico y nada complaciente del mundo del cine.

Alan Arkin y John Goodman componen dos personajes deslenguados (uno productor y otro experto en maquillaje) que se mueven como pez en el agua en medio del disimulo y el artificio. Sus diálogos chisporrotean en la pantalla con la química del mejor talento. "Hasta un mono podría pasar por director hoy día", se les oye decir. "La historia comienza como una tragedia y acaba como una farsa" dice uno al final. La cita de Marx es al revés pero así es Hollywood.



El guión que utilizó la CIA para el montaje existió de verdad, se titulaba "Argo". La película no se llegó a rodar; se basaba en la novela de Roger Zelazny "Señor de la Luz". Argo tiene connotaciones mitológicas con la nave de Jasón y sus argonautas empeñados en la búsqueda del vellocino de oro.

En los créditos se nos ofrecen las fotos de los verdaderos protagonistas, Tony Méndez con Carter y las del personal de la embajada. Mientras las vamos viendo escuchamos al presidente agradeciendo la colaboración entre naciones (Canadá) y que la situación se resolviese de forma pacífica. La cursiva es mía. La frase la dice un presidente con mala prensa (posteriormente se reivindicaría apoyando y dirigiendo programas de ayuda en África). A la vista de la política exterior norteamericana de años posteriores, cuando cualquier asunto se solventa enviando a 200.000 marines cargados de tomahawks, por lo menos nos invita a la reflexión.

Las otras dos películas de Affleck son Adiós, pequeña, adiós y The Town, ciudad de ladrones.

jueves, 25 de octubre de 2012

Lo imposible

de J.A. Bayona



La película recrea la historia de una familia española que sufrió el terrible tsunami del 2.004. Las imágenes de esta ola gigantesca son espectaculares y hasta sobrecogen. La cuestión está en que se queda sólo en eso, una reproducción muy fiel de la catástrofe, con panorámicas y escenas subacuáticas magníficas; pero careciendo de un adecuado empaque dramático. Digamos que ha plasmado la física de la épica, pero sin épica.

La única línea argumental es la situación de la familia, cuya peripecia acota toda acción. Parece ser que las demás personas no existen, tampoco el país que lo sufrió y que todavía se está recuperando. Aparece mínimamente representado por una enfermera que "hace todo lo que puede" para curar a la madre. 

Hacia el final, cuando tanto el padre como sus hijos están corriendo por el mismo hospital buscándose sin encontrarse, el niño se queda mirando un televisor que emite la noticia del tsunami. De algún modo todos esperamos que en ese momento se contextualice la noticia, sepamos más sobre lo que ha pasado, porqué se ha producido y las consecuencias que está teniendo a nivel mundial. Todo esto carece de desarrollo y por ahí pienso que pierde enjundia la película.

El director ha sabido pausar su relato y detenerse en unos pocos actos de la familia para subrayar el dramatismo de la situación. En este sentido la película avanza y entretiene, pero el resultado es endeble.

Otra cosa es el apartado técnico. Hay que enorgullecerse de que esta producción totalmente española (efectos, dirección, guión, producción, música, maquillaje, etc) se haya puesto en pie y haya llegado a puerto. Es la demostración palpable de que los profesionales de nuestro cine están capacitados para afrontar con garantías cualquier tipo de película. El cine es industria -como subrayaba el malvado profesor que Amenábar colocó en Tesis- y sin ninguna duda hay que alegrarse de que en los últimos tiempos, el cine español se aplica el cuento con producciones muy encomiables de cualquier género, sea terror, thriller, catástrofes o histórico.

lunes, 22 de octubre de 2012

Blancanieves

de Pablo Berger



Extraordinaria película que conjunta acertadamente el cuento clásico de los hermanos Grimm,  la historia de una huérfana en la España de los años 20 y el formato de una película muda en Blanco y Negro.

El engarce de la historia clásica con la de una huérfana que es alejada de su padre torero por la malvada madrastra es modélico. En ningún momento está forzado y su evolución dramática roza la perfección.  La madrastra, la huida, los enanitos toreros y hasta la manzana dotan a una historia de raíz muy española de un aliento universal. Aquí encontramos a Blancanieves, pero también a Cenicienta e incluso La Parada de los Monstruos, el clásico de Tod Browning.


El trabajo es sobretodo un reto estético resuelto con brillantez. El propio director revela el origen de su obra: hace 25 años en el Festival de Cine de San Sebastián asistió a la proyección de Avaricia (1924) de Erich von Stroheim. La proyección incluía una orquesta sinfónica en directo. El impacto sensorial y emotivo que supuso aquella experiencia añadido a la visión, años después, de unas fotografías de Cristina García Rodero sobre los enanos toreros determinaron su proyecto.


La película resulta fascinante por su poderío visual. El relato está medido como una partitura. La duración de cada plano, la estructura de la secuencia  hace que el ritmo narrativo sea envidiable. Sin rancios manierismos ni esteticismos de saldo la película cobra peso gracias exclusivamente a su calidad. El momento cumbre de la película -cuando la joven recupera la memoria justo en medio de una faena taurina- te hace vibrar con un estremecimiento. La apuesta del director parece clara, lograr la emoción a través de unos elementos muy escuetos: imágenes mudas en blanco y negro. Estoy seguro de que a muchas películas les beneficiaría recortar diálogos inanes y centrarse más en la narración visual. 

Además la película está coronada por actrices de tres generaciones que lo bordan. Ángela Molina, Macarena García y Maribel Verdú enaltecen la función transmitiendo emociones en banda ancha. La última luce enorme componiendo una madrastra estilizada cuya simple mirada o leve rictus denota pleno dramatismo. La cámara asimismo ha sabido acercarse al toro y al torero sin trampa y las escenas en el coso poseen una fuerza como pocas veces se ha visto. 


Ahora bien, me asalta la misma duda que cuando vi The Artist. La obra es magnífica, pero ¿la forma ha de condicionar el fondo?. Cuando compones una obra muda y en b/n,  ¿la historia y la época ha de referirse a la misma época del cine mudo? Yo creo que lo que ambas películas reafirman es su amor al cine y a sus pioneros; pero no quisiera echar en saco roto la apuesta por una narración propiamente cinematográfica, basada en imágenes. Las primeras partes de Wall-e y de Up ya nos maravillaron  con unas secuencias mudas portentosas. Creo que ese es el envite, el gusto por el cine más esencial, donde la historia y las emociones que suscita están por encima del ruido y la parafernalia. 

Para nota es la fotografía de Kiko de la Rica y la música de Alfonso Vilallonga, habitual colaborador de Isabel Coixet.

viernes, 19 de octubre de 2012

La espuma de los días

de Boris Vian







Originalísima novela que nos presenta un mundo a la vez naif y cruel, surrealista y trágico. 
En él encontramos ratones como animales de compañía, pasteles hechos con anguilas que salen de los grifos, casas que se encogen angustiadas por la enfermedad de sus dueñas, pederastas de honor que acompañan a los novios y hasta un pianocócktail que destila sus combinados siguiendo las melodías tocadas.

Un universo en fin, que sólo Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro podrían llevar a la gran pantalla.
"A un lado de la carretera soplaba viento y al otro no. Podía escogerse el que más gustase. Sólo un árbol de cada dos daba sombra y sólo en una de las cunetas había ranas." pág. 78
Si nos centramos en lo que cuenta, Boris Vian nos relata con una enorme sensibilidad y un estilo luminoso la historia de dos parejas, Colin y Chloé sobretodo, pero también Chick y Alise. Dos parejas inocentes, volcadas en la búsqueda de la felicidad bajo la sombra de un fin trágico. Colin y Chloé viven en el Paraíso de su amor. Pero Chloé cae enferma, tose constantemente. Un nenúfar le crece en el pulmón. Esta imagen de Chloé enferma y su cura a través de montañas de lilas de perfume azucarado nos retrotrae al clásico La Dama de las Camelias. El amor que profesa Colin a Chloé  es desmesurado. Tal y como dijo Raymond Queneau de este libro, es "la más desgarradora novela de amor contemporánea"

De hecho la pasión que viven las dos parejas tiene ese fulgor adolescente, puro y arrebatado que contrasta con una realidad cruel y áspera; la del dinero y el trabajo. Colin se arruina con la enfermedad de Chloé y Chick no levanta cabeza  por su obsesión de comprar las ediciones y objetos personales de Jean-Sol Partre. Los trabajos que han de afrontar son de lo más tragicómicos: Vigilante del tesoro con unas rutinas muy exactas ya que los ladrones también las siguen, funcionario muy bien pagado por anunciar casa por casa las desgracias que les ocurrirán al día siguiente, o encargado de hacer crecer los cañones de las armas:
"Colin entró. Era una pieza pequeña y cuadrada. Las paredes y el suelo eran de cristal. Sobre el piso había un gran bloque de tierra en forma de ataúd, pero de gran espesor, un metro por lo menos. Al lado, en el suelo, había una pesada manta de lana enrollada. No había mueble alguno. En un pequeño nicho practicado en la pared había un cofre de hierro azul. El hombre se dirigió al cofre y lo abrió. Sacó de él doce objetos brillantes y cilíndricos, con un minúsculo agujero en el centro.
-La tierra es estéril, ya sabe usted lo que pasa -dijo el hombre-. Hacen falta materias de primera calidad para la defensa del país. Pero, para que los cañones de fusil crezcan de una manera regular y sin distorsiones, se ha comprobado hace largo tiempo que hace falta calor humano. Por otra parte, esto vale para todas las armas.
  -Sí -afirmó Colin.
  -Hace usted doce agujeros pequeños en la tierra -dijo el hombre- repartidos en el medio del corazón y del hígado, y se tiende usted sobre la tierra después de haberse desnudado. Luego se cubre con el tejido de lana estéril que hay ahí, y se las arregla para desprender un calor perfectamente regular.
  Rió con una risa cascada y se dio unas palmaditas en el muslo derecho.
  -Yo hacía catorce de éstos los primeros veinte días de cada mes. ¡Ah!...¡Yo era fuerte!...
   -¿Y entonces? -preguntó Colin.
   -Entonces permanece usted así durante veinticuatro horas y al cabo de estas veinticuatro horas los cañones de fusil habrán crecido. Vienen a retirarlos. Se riega la tierra con aceite y vuelve usted a empezar". pág. 159
Parece claro que para la defensa del país hace falta carne de cañón. La religión no escapa a su caricatura. Los religiosos, zobispos y monapillos e incluso el crucifijo se muestran lisonjeros en la fastuosa boda de cinco mil doblezones de Colin y Chloé, pero renuentes y groseros cuando la ceremonia sólo es de cien.

La descripción de ese mundo onírico es riquísima. Al animismo del que participan los objetos (corbatas que se niegan a anudarse, rayos de luz que se desvían con los dedos, cristales de ventanas que se autogeneran) se suma lo burlesco. Las obras del escritor y filósofo Jean-Sol Partre provocan tal frenesí de compra en Chick que arruinan su patrimonio y hasta su amor. Una conferencia del autor de El Seltz y la nata,  La elección posible antes de la arcada, La Enciclopedia de la náusea, etc, es capaz de provocar un verdadero tumulto:
"Algunos llegaban en carrozas fúnebres y los gendarmes hincaban una larga pica de acero en los ataúdes, clavándolos a las tablas de roble para la eternidad, lo que evitaba que tuvieran que sacarlos para su inhumación y no causaba daño más que a los posibles muertos verdaderos, a los que se les hacía polvo la mortaja. Otros iban en avión especial y se lanzaban en paracaídas (también había peleas en el aeropuerto de Le Bourget para montar en el avión). Un equipo de bomberos los tomaba por blanco y, con las mangueras, los desviaba hacia el escenario, donde se ahogaban miserablemente. Finalmente, otros intentaban llegar por las alcantarillas. A éstos se los rechazaba pisoteándoles los nudillos con calzado de clavos en el momento en que se agarraban al borde para izarse y salir; las ratas se encargaban del resto. Pero nada desalentaba a estos apasionados". pág. 82


El libro se basa en pulcros diálogos. Su lectura resulta muy viva y su imaginación portentosa. Un mundo extrañamente animado  que poco a poco se confabula para la infelicidad de sus habitantes. La novela tiene ya un Prefacio revelador:
"En la vida, lo esencial es formular juicios a priori sobre todas las cosas. En efecto, parece ser que las masas están equivocadas y que los individuos tienen siempre razón. Es menester guardarse de deducir de esto normas de conducta: no tienen por qué ser formuladas para ser observadas. En realidad sólo existen dos cosas importantes: el amor, en todas sus formas, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. Todo lo demás debería desaparecer porque lo demás es feo, y toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo. Su realización material propiamente dicha consiste, en esencia, en una proyección de la realidad, en una atmósfera oblicua y recalentada, sobre un plano de referencia irregularmente ondulado y que presenta una distorsión. Como puede verse, es un procedimiento confesable donde los haya.  pág. 9
Boris Vian (1920-1959) es un escritor francés que participó animadamente en la bohemia parisina. Influenciado enormemente por el surrealismo mantuvo una estrecha amistad con Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre. Sus obras siempre son imaginativas y tiernas, dolorosas y patéticas. Siempre nos atraerá su desbordante fantasía y esa lúcida insolencia que resbala por las páginas con un guiño burlesco.

P.D.  Según estoy redactando el post me entero de que Michel Gondry (¡Olvídate de mí!) está rodando la adaptación de La espuma de los días (¡...!) bajo el título Mood Indigo. Cuentas con actores como Audrey Tautou, Roamin Duris y Omar Sy (este último, soberbio descubrimiento  en la maravillosa Intocable). Las imágenes pertenecen a la película.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Una aventura extraordinaria en las sombras

de James Mangan






La vida de este autor recorre toda la primera mitad del XIX. Conocido como el Poe irlandés, tan visionario y maldito como él, murió tan sólo unos meses antes, después de que sus amigos lo encontraran moribundo en un edificio abandonado. Escritor febril, jamás publicó un libro en vida, las pocas monedas que se granjeaba las empleaba en láudano.  James Price, escritor y amigo le dedicó un acertado obituario: "¡Pobre Clarence, tu mundo fue el de un melancólico entusiasmado! El opio te eleva por encima de la mugre y de tu vida miserable".

El libro reune una selección de sus relatos, de los que estos tres primeros son magistrales.

Las treinta redomas, abunda en el gusto del siglo XIX por el verde hálito del diablo cuando se trueca en embriagador licor donde mecer nuestro engaño. Un caballero en situación desesperada puede no distinguir el alcance de quien le fía.

El hombre embozado, es una recreación de Melmoth el errabundo, fantasía gótica creada por su compatriota Charles Maturin. Un amuleto concede el poder de la inmortalidad... a costa de empeñar tu alma.


Una aventura extraordinaria en las sombras  es sin duda el más moderno de todos. Paradójicamente se trata de una aventura  que es silente y sedentaria, es decir, mental. Los dramáticos vaivenes del alma son la peripecia, ese tumulto del corazón por un deseo o una esperanza. Todo el relato es un torrente introspectivo de ideas, sospechas y sensaciones, cuando aún el monólogo interior no tenía este nombre en literatura. Tantas reflexiones, arrepentimientos y consideraciones, le llevan a concluir, "tout est mystere dans ce monde-ci; je ne sais trop qu´en croire."                                                                                                                             
"Había hecho mis cálculos inteligentemente acerca de tan gloriosa reacción. Me faltan las palabras para dar cuenta como es debido de la gran paz de espíritu que siguió a ese bálsamo interior que impregnó mi facultad con sagrado dulzor; me sentí renovado, como creado de nuevo; me sentí en absoluta apoteosis; había conseguido liberarme al fin de las pesadas vestimentas de la carne y de la sangre, del caparazón que cubría mi alma, que pudo así estremecerse; era yo, frente al universo entero, una inteligencia visible, tangible que contemplaba todo con gran comprensión; era yo la llave que abría la profunda prisión que encerraba los secretos de la antigüedad y hasta del futuro." pág 241
El patán del abrigo gris desarrolla una de las leyendas de Erin. El guerrero Ironbones, llegado de allende los mares,  ha de competir en una carrera con el gigante Bodach-an-Chota-Lachtna.  Las argucias y engaños sembrarán de trampas el recorrido hasta encontrar a Manannan Mac Lir,  el espíritu protector de Irlanda.

Los tres anillos y la historia del viejo lobo. son leyendas populares con temas que se repiten en diversas culturas europeas. La fantasía se impregna de moraleja en el primero cuando un padre ha de repartir su herencia entre tres hijos. En el segundo, un lobo viejo y filósofo desea una vida de paz y sosiego, pero pronto se dará cuenta que es más fácil adaptarse a los prejuicios que luchar contra ellos.

Una dosis de sesenta gotas de láudano."Puedes necesitar treinta, cincuenta, ochenta gotas o cien para dormirte; todo depende de cuál sea temperamento; pero si lo que pretender es obtener excitación, vida, te recomiendo tomar sólo sesenta gotas"; cita el propio Mangan del Elemental Medicinae de Brown. Del mismo modo se aplica él a desgranar su testamento vital y estético.
GOTA VIGESIMOTERCERA
El placer más exquisito que somos capaces de disfrutar radica en ese sentimiento que sigue a la desaparición de un dolor que nos atormentaba. Pero reflexionar sobre ello nos lleva inevitablemente a la melancolía. De ahí que el mero recuerdo del dolor ido nos conduzca a la agonía del reposo." pág. 209
James Clarence Mangan estudió en la escuela de Saul´s Court. Aprendió alemán, francés, español e italiano. A los quince años tuvo que comenzar a trabajar para sustentar a su familia. Diez años de esclavitud laboral por un mísero sueldo le iniciaron en su adicción al láudano y el alcohol, que acabaron siendo su sustento.
En sus años finales, vagó por Dublín como un pordiosero, envuelto en su inseparable capote gris y su raído sombrero, siempre atado a su indefectible paraguas.

Su elegante estilo y fino humor nos proporciona ese tenue placer que buscamos en la lectura.  Chesterton llega a instituirlo como "el más grande de los modernos maestros irlandeses de la literatura, precisamente porque supo escribir desde su tradición antigua, yendo de lo serio a lo grotesco".

lunes, 15 de octubre de 2012

Salvajes


de Oliver Stone




Un joven botánico junto a su amigo y una novia que comparten, tiene montado un negocio medio legal de marihuana en California. La "madrina" Elena, jefa de un cartel mejicano ve en ellos la perfecta joint venture para ampliar su negocio y permeabilizar la frontera. 

Una buena historia proveniente de la sabia mano de Don Winslow cuyo desarrollo se ve entorpecido por un director pretencioso en las formas y rutinario en su objetivo.

La historia interesa y en modo alguno aburre. El pulso entre el cartel con sus sicarios y el trío de jóvenes tiene enjundia y mantiene la tensión, pero el problema es que no logra implicarnos. La película alberga aciertos, como las escenas de acción (véase el asalto de los californianos al almacén secreto de los narcos o el falso final con el intercambio de rehenes). También  el triángulo entre Ben, Chon y Ophelia; aunque ellos mismos -de un modo grosero- se encargan de recordarnos que emula el de Katherine Ross, Paul Newman y Robert Redford en "Dos hombres y un destino" de George Roy Hill. Lo que ocurre es que la distancia entre las dos películas y los propios actores es enorme.


El otro aspecto es la "madrina" como la llama Lado (su sanginario cancerbero estupendamente interpretado por Benicio del Toro, quien por ciento, siendo secundario, polariza con su magnetismo todo el metraje). La droga en México es machista, por lo que interpretar a la jefa de un cartel atrajo sin remedio a Salma Hayek:
"El aspecto político de la historia también me sedujo. Soy mejicana. Viví diferentes aspectos de la historia de Elena. Esto forma también parte de la historia de mi país, pero no es solo un problema mejicano. Es un problema que compartimos América y México, compañeras en el narcotráfico. Un país vende y el otro compra".


La película entretiene y la historia me gusta. Además el agente del FBI (John Travolta) juega a varios bandos y dota al desenlace del suspense necesario. Pero al problema general de una dirección que escarba poco la superficie, se añaden dos cuestiones. Una es el final doble que nos presenta, totalmente artificioso y gratuito. Otra la voz en off de la chica que nos va relatando la película. No tiene ninguna entidad y además es tramposa, proponiendo un estéril juego sobre la posibilidad de un trágico final.

Quizá como novela es demasiado esquemática y visual. De hecho el propio Don Winslow ha reconocido que siempre vio esta historia más como guión cinematográfico que como novela.

De todos modos, para quien conozca la novelística de Winslow,  esta cinta no será sino un preliminar del gran fresco sobre el narcotráfico en la frontera mejicana que es "El poder del perro". Se rumorea insistentemente que será una miniserie....Fiasco para mí. Creo que la obra tiene el potencial de una gran película. Los ingredientes están ahí, carteles, mafias irlandesas, agentes dobles y triples, business globales con el sudeste asiático y hasta la iglesia. Quedamos a la espera.

domingo, 14 de octubre de 2012

No es país para viejos

de Cormac McCarthy



Aunque Tommy Lee Jones lo interpretó maravillosamente en la película homónima, el sheriff de la novela desgrana, intercaladas por el libro, una serie de reflexiones que inevitablemente se pierden en la película. La vida, la sociedad y sobretodo la violencia son iluminadas por una mirada sabia que deplora una deriva hacia la brutalidad. El estilo seco y directo de McCarthy en todo su esplendor.


"Esto os parecerá de ignorantes pero para mí lo peor de todo es saber que el único motivo de que aún esté con vida es probablemente que ellos no me tienen ningún respeto. Y eso duele mucho. Mucho. La cosa ha ido más allá de lo que nadie hubiera podido pensar unos años atrás. No hace mucho encontraron un DC-4 en el condado de Presidio. En medio del desierto. Habían llegado una noche y habían improvisado una especie de pista de aterrizaje poniendo hileras de barriles de alquitrán a modo de luces pero no había modo de hacer despegar de allí aquel aparato. Dejaron solo las puras paredes. Solo quedaba el asiento del piloto. Se podía oler la marihuana, no hacía falta perro. Pues bien, el sheriff de allí -no voy a dar su nombre- quería tenderles una emboscada y atraparlos cuando volvieran a por el avión y al final alguien le dijo que no iban a volver. Que nunca habían tenido intención de hacerlo. Cuando el hombre comprendió por fin lo que le estaban diciendo se quedó muy callado y luego dio media vuelta y subió a su coche y se marchó.

Cuando había las guerras entre narcos allá en la frontera no podías comprar un tarro de vidrio de cuarto de litro en ninguna parte. Para meter conservas y esas cosas. Encurtidos. No quedaba ni uno. Lo que pasaba era que estaban utilizando los tarros para meter granadas de mano dentro. Si volabas sobre una casa o una finca  y lanzabas granadas estas explotaban antes de tocar tierra. De modo que lo que hacían era quitar la espoleta y meterlas en el tarro y enroscar la tapa otra vez. Y cuando tocaban el suelo el cristal se rompía y liberaban el cebo. El seguro de transporte. Llevaban cajas enteras de tarros así. Cuesta creer que alguien pilotara una avioneta de noche con semejante cargamento, pero lo hacían.

Yo creo que si uno fuera Satanás y estuviera buscando algo que hiciera doblegar a la humanidad probablemente la respuesta sería las drogas. Quizá se le ocurrió a él. Lo comenté el otro día mientras desayunaba  y me preguntaron si yo creía en Satanás. Y yo dije Hombre, es que no se trata de eso. Y dijeron, Ya, pero ¿crees o no? Tuve que pensarlo. Creo que de chico sí creía. Hacia la mitad de mi vida esas creencias se había diluido un poco. Ahora vuelvo a inclinarme del otro lado. Satanás explica muchas cosas que de lo contrario no tienen ninguna explicación. O no la tienen para mí al menos."  pág. 172

martes, 9 de octubre de 2012

Mátalos suavemente -Killing them softly-

de Andrew Dominik

La verdad es que a mí me gustan las películas que parecen una cosa y luego son otra. A veces un drama esconde una comedia negra. A veces una de ciencia ficción esconde un tratado filosófico. En el caso actual se nos presenta una película de cine negro con todos sus códigos, pero que por sus entresijos aflora el drama de  unos personajes que manotean tratando de no ahogarse en su propia mierda.

Frankie (Scoot McNairy, el mismo actor con pinta de asustadizo de Buscando un beso a medianoche ) y Russell (Ben Mendelshon) son dos delincuentes de poca monta que roban una timba de póker. La mafia que controla el garito encarga a Jackie Cogan (Brad Pitt) que dé su merecido a los ladrones. Cogan tiene unos códigos muy particulares; prefiere matar a distancia, sin implicaciones emocionales. Dado que conoce al cabecilla de los ladrones llama a Mickey (James Gandolfini) para que se encargue del trabajo. 


Sobre las mejores secuencias de la película planea Tarantino: unas larguísimas charlas entre criminales. Las de Pitt con el abogado (Richard Jenkings) que representa a los mafiosos y sobretodo con Gandolfini son formidables.  La diferencia estriba en que mientras en Tarantino el tono es chulesco, atrevido e insolente aquí el tono nos remite a unos criminales de medio pelo, inundados de problemas. El personaje de Gandolfini es sintomático, un asesino reblandecido por los años y el alcohol que se encierra durante días en el hotel. También resulta patético Frankie que con su colega trincado va a pedir ayuda al capo. Éste se la niega. Él se lo ha buscado, le espeta. Y el pobre chaval suspira "¡la vida es una mierda! ¡Siempre estamos solos!". Algunos de estos pringaos nos recuerdan a los del mejor Guy Ritchie de Lock&Stock y Snatch.Cerdos y Diamantes.

Andrew Dominik ya hizo un trabajo atractivo aunque incompleto en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, y aquí se luce en varias escenas. La presentación de los dos ladronzuelos es sensacional. Un encuentro en un paisaje desolador del extrarradio urbano arrastrando sus andrajos y sus cuitas. En otra escena están fumaos disfrutando el éxito del golpe y entre las neblinas de su cerebro -espléndidamente plasmadas en imágenes- se van dando cuenta del marrón en el que están metidos. 
Y por supuesto la cháchara. 
No en vano George V. Higgins, autor de la novela en que se basa la película, Cogan´s Trade, es reconocido por el retrato descarnado del lumpen y la veracidad de sus diálogos. (También es autor de The Friends of Eddie Coyle puesta en imágenes acertadamente por Peter Yates como El Confidente en 1973).

El ritmo es lento, pero en absoluto carente de atractivo o pasión. La película exige que sintonices su dial. Si sólo buscas una de acción te decepcionará, si sólo ves en Gandolfini a un borracho gordo y putero sin más, te hartará su verborrea, pero nos está desnudando su alma.

Las escenas de acción son escasas y muy violentas. La paliza que le dan a Ray Liotta (como encargado del garito) o los asesinatos que perpetra Cogan son más escalofriantes por su desnudez que la espectacular escena del asesinato de Liotta a cámara superlenta.

La película cuenta con un ingrediente extra, la política. La banda sonora está repleta de radios y televisiones informando sobre la primera campaña de Obama y su Yes we can (puedes analizar tus sensaciones al oírlo después de cuatro años), de los primeros mordiscos de esta crisis que perdura y de noticias tan paradójicas como la salida del tiburón Mr. Folson de Wall Street para dirigir la Reserva Federal. 
También es muy curiosa la imagen que se da de los mafiosos. Su abogado nos los representa como una maquinaria anquilosada. Todas las decisiones se tienen que consultar y medir. Cogan se muestra estupefacto ante esta falta de contundencia.


En la escena final se resume la brutalidad de la propuesta: Cogan llega a un bar para cobrar. En la TV Obama clama "no somos blancos, ni negros, hispanos o asiáticos,.. somos un pueblo, una comunidad." El abogado le suelta 10.000 $ en vez de los 15.000 $ acordados y señala a la crisis. Cogan no se conforma: 
"¿Sabes qué te digo?. América no es un pueblo ni una comunidad, ¿sabes lo que ha sido siempre América? Un negocio, así que ¡págame hijo de puta!"
Sensacional.

lunes, 8 de octubre de 2012

Chiharu Shiota





Siendo una niña, Shiota vio arder una noche la casa de un vecino. En su memoria quedó grabado un piano calcinado. Desde entonces es un elemento inevitable en su trabajo artístico.  Su obra “En silencio” consta de un piano enterrado en una maraña de lana negra. Presumimos un piano mudo, sin voz. La artista reflexiona sobre la descontextualización de los objetos, sobre el espectador como observador inerme, ajeno a la obra. Ella misma escribió: “el piano pierde su sonido, el pintor no pinta, el músico deja de hacer música, pierden su función pero no su belleza”.


En Home of Memory, obra realizada para La Maison Rouge, representó la memoria y los recuerdos personales de 400 personas a través de 400 maletas. Las maletas se convierten en piezas que conforman una casa: “mi cabeza y mi espíritu se encuentran siempre donde se sitúa mi casa y esto es lo que yo quiero mostrar”.

Su estilo lo define la maraña de lana que cubre siempre los objetos y estancias. En muchas ocasiones los entramados de lana negra crean grutas y entramados cuya atmósfera por momentos puede resultar claustrofóbica, pero siempre poética. Es una telaraña que se acumula con los años atrapando nuestros recuerdos y sentimientos más profundos para evitar el olvido.


Chiharu Shiota logra delatar el laberinto de la memoria.


jueves, 4 de octubre de 2012

Ciudad de vida y muerte

de  Lu Chuan

Tremenda película que nos muestra en un impecable blanco y negro la invasión de China por parte de Japón justo antes de la 2º Guerra Mundial. La acción se centra en el asalto y toma de Nankín, antigua capital del país milenario. La barbarie más terrible y desnuda se nos aparece en esta ciudad pasada por las armas.

En una escena arremolinan a 500 prisioneros y los disparan con ametralladoras hasta su extinción. En otra meten a los prisioneros en una zanja y los acribillan con las ballestas mientras los entierran en plena agonía. En otra obligan a las mujeres a prostituirse para aplacar los ánimos de los soldados. Las imágenes te producen espanto y eso que el director no se recrea en ellas.


El estilo documental de este holocausto chino refuerza la monstruosidad de las acciones. Me recuerda a La Lista de Schindler de Spielberg, de hecho el representante nazi en la ciudad también tuvo su propia lista.
John Rabe, nacido en Hamburgo, estaba en China trabajando para la Siemens China Co. El 12 de Diciembre de 1937 las tropas japonesas ocupan Nankín. Durante dos meses de terror  se suceden ejecuciones y violaciones sistemáticas. Hay pocas ocupaciones más cruentas en la Historia de la Humanidad. Las estimaciones hablan de más de 200.000 muertos.


















Los extranjeros trataron de ayudar a la población china negociando un área segura de 4 km cuadrados. John Rabe fue elegido presidente del Comité Internacional confiando en su nacionalidad alemana y por estar afiliado al Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores.


Sin embargo las 250.000 personas que pudieron ser acogidas en este área sólo lo fueron temporalmente. El mismo John Rabe acogió más de 600 personas en sus terrenos. En febrero de 1938 su empresa le ordena abandonar Nankín. Una vez en Alemania denunció los crímenes de guerra japoneses e incluso escribió una carta a Adolf Hitler intentando parar las atrocidades japonesas. Por este motivo fue detenido brevemente por la Gestapo, que destruyó todas sus fotografías sobre la masacre.

Las escenas bélicas son apabullantes. Las secuencias iniciales en las que la cámara acompaña el asalto dirigido por el sargento Kadakawa es estremecedor. El set inmenso de toda una ciudad destruida se convierte en un infierno por donde deambulan las almas camino de su ejecución.

No es una película cómoda de ver. La narración posee una desnudez hipnótica. Las atrocidades se suceden ante nuestra mirada atónita, los ejecutores violan a las mujeres con la misma indiferencia que se toman una cerveza. La tragedia colectiva está magníficamente hilvanada con los dramas personales. 

El sargento nipón Kadokawa por un lado y la china Sra. Jiang por otro se convierten en el hilo narrador que delata la atrocidad de la guerra.


El sargento japonés es testigo directo de la bestialidad y el desenfreno. Harto del sinsentido reconoce al final de la película,  "llega un momento en que es más difícil vivir que morir".

Merecidísima Concha de Oro en el Festival de San Sebastián 2009

martes, 2 de octubre de 2012

El PEREGRINO de las ESTRELLAS - de Jack London







La libertad del prisionero.-
Encerrado en la cárcel de San Quintín a la espera de su ejecución, Darrel Standing, profesor de Agronomía, es sometido al tormento del jacket con objeto de sacarle la verdad sobre un complot. El jacket es una especie de camisa de fuerza que embute todo el cuerpo y cuyas extremas ataduras te hacen desfallecer. Pero el profesor logra reconvertir este atroz sufrimiento en un viaje astral. Evadiendo su mente consigue retroceder hasta revivir sus vidas pasadas porque como dice al inicio del libro:
"Toda mi vida he tenido conciencia de épocas y lugares en donde jamás había vivido. He descubierto otras personalidades, diferentes de la normal, que latían emboscadas en mi yo. Quizás tú también, que vas a ser mi lector, recuerdes experiencias semejantes. Lee retrospectivamente, hacia la infancia, en el libro de tus memorias, y recordarás, acaso como experiencia de tu niñez, esta vislumbre de conciencia de la que te hablo." pág.7
De este modo la novela se convierte en un conjunto de narraciones que desgranan las peripecias del personaje a lo largo de la Historia.
Como Ragnar Lodbrog, originario de las aguerridas tribus nórdicas, acaba siendo capitán de las huestes romanas en Palestina justo durante el tránsito de Jesucristo. Asistiremos con él a las fiestas de Pilatos, a su enamoramiento de Miriam, prima de la mujer de Pilatos, a la subyugante presencia de Jesús en la corte del romano y a la gresca permanente entre sectas judías. 
"Tuve ocasión de conocer las rarezas de los judíos, tan locamente interesados en los asuntos de Dios que se olvidaban de vivir como hombres.". pág. 340
Como el inglés Adam Sprang embarcará alrededor de 1600 para aventurarse por el Mar de China y naufragar ante Corea. Allí vivirá mil aventuras como un redivivo Marco Polo, que lo llevarán a ser primero esclavo, luego príncipe y finalmente pordiosero mendicante por el resto de sus días.

Como Daniel Floss será el navegante de Maryland que en 1809 se hizo a la mar y unos meses después fue arrojado a una desolada isla. Cual nuevo Robinsón habrá de agudizar su ingenio para sobrevivir "un gran número de años con la sola compañía y alimento de las focas."

También será Hijo de la Montaña en la Prehistoria y emigrará a las planicies para luchar contra los Hijos del Río y aprender a dominar el fuego, la doma de caballos o las primeras plantaciones.

Asimismo será el niño Jesse, de la ciudad de Nephi, que incurso en una caravana cruza las llanuras de Norteamérica camino de California. La supervivencia se tornará ardua. Su desamparo no será auxiliado por los ariscos mormones y mientras tanto serán diezmados por los indios.

"Pascal ha dicho en no sé qué obra: Al observar la marcha de la evolución humana, la mente filosófica debe contemplar la humanidad entera en un solo hombre y no en un conglomerado de individuos".(pág.435) Darrel Standing se considera ese hombre, compendio de todos los hombres.

La característica más acusada de London siempre es la aventura. Todos los personajes acaban siendo extranjeros, arriban a parajes y culturas extrañas a los que han de adaptarse. El sentido de la aventura se acentúa cuando el héroe ha de enfrentarse a territorio hostil; sea un país remoto, una raza extraña o una religión lo que le amenaza.

London publicó esta obra sólo un año antes de morir en 1916. La crítica no le fue favorable por considerarla demasiado fantástica. Sin embargo su escritura es apasionada y su descripción del sistema penitenciario realista. Se da un vívido contraste entre la brutalidad de los tormentos carcelarios y la belleza de los parajes y aventuras que nos relata. La humanidad que aflora en este preso sometido a jacket cuando logra comunicarse con otros dos presos confinados es conmovedora. Su grito contra la pena de muerte vibrante.

El penúltimo capítulo está dedicado a la mujer, esencia de la mayor aventura que afronta el hombre:
"Ella era Aruga, la mujer única, la eterna mujer que había vivido en todos los tiempos y lugares y que vivirá siempre, porque es inmortal. En un lejano país se llamó Ruth, pero también la cantaron con otros nombres los bardos: Isolda y Helena, Pocahontas y Unga. Y todos los hombres, aun los de las más extrañas tribus, la han encontrado y la encontrarán siempre en las tribus de la tierra". pág. 454
Inmersos como estamos en plena crisis, el ateo y marxista London nos habla desde hace un siglo como si el tiempo no hubiese pasado:
"He dormido toda la noche como un niño de pecho. Tan pacífico ha sido mi sueño que la guardia de la muerte se asustó creyendo que me había ahogado con las mantas. Daba pena contemplar su alarma. Veían colgado de un hilo el pan y la manteca que comen. Si tal hubiera hecho, le habrían puesto una nota desfavorable en el expediente y acaso les despacharan con viento fresco, y el paro es hoy para el hombre la más grande de las pesadumbres. Dicen por ahí que Europa ha comenzado a liquidarse en 1914, y que ahora comienza el predominio de los Estados Unidos. Lo cual quiere decir, a mi entender, que comienzan las crisis de los negocios, el pánico del paro, el ejército de los desocupados, las largas hileras del pan..." 481

En 2005 John Maybury estrenó una entretenida película titulada The Jacket, basada en este concepto de puerta astral a otras vidas. Jack Starks(Adrien Brody) después de recuperarse de una herida en la cabeza producida en la Guerra del Golfo es acusado de un crimen que él desconoce. Primero es encarcelado y posteriormente, ante los evidentes signos de confusión mental, desahuciado en un manicomio. El jacket en este caso se aplica en un compartimento de los destinados a los cadáveres. Esta situación extrema es la que le ayuda a romper el espacio-tiempo y trasladarse desde 1993 hasta su otra vida en 2007. En la alternancia de uno a otro universo y la desesperación por acceder a su nueva vida con Keira Knightley se apoya todo el suspense.

Como siempre ocurre, la película simplifica los hilos argumentales. Aquí no son muchas vidas y en el pasado sino una sola que percute en el futuro. Esto último es lo que la hace más atractiva.