sábado, 29 de septiembre de 2012

Todos tenemos un plan




de Ana Peterbarg



La obra es una propuesta de cine negro pero no urbano, sino en la agreste naturaleza. La región es la del Delta, en el Tigre, que alberga mansiones de la aristocracia económica de otros tiempos; pero también recovecos y rincones pantanosos donde malviven seres marginales.
Hasta allí llega Agustín, después de suplantar a su hermano gemelo. Insatisfecho de su vida como pediatra y con un matrimonio que no le ilusiona, huye a los pantanos donde se hace pasar por su hermano. El ecosistema humano que se encuentra es denso y malévolo. Su hermano Pedro pertenecía a una pequeña banda con algunas cuentas pendientes. Agustín encontrará de nuevo el amor, pero el entorno lo acabará fagocitando.

El paisaje humano y físico me recuerda a Winter´s bone: hombres viviendo en precariedad, desperdigados en un medio rural hostil que acaban reaccionando entre sí como animales. 

La película comienza con Pedro y la joven Rosa sacrificando a la reina de sus colmenas para mejorar la producción. La metáfora darwinista impregna todo el resto de la cinta. Sólo los fuertes sobreviven. El nuevo derrotero que ha tomado Agustín va a exigir de él una fortaleza inusitada: sufre la tortura policial mientras investigan su implicación (la de su hermano) en el secuestro y muerte de un tendero; y el regreso del cabecilla de la banda le pone en un brete. Decidido a afrontar una nueva vida, apechuga con todo.

Son muy destacables las interpretaciones, todo el elenco raya a gran altura. Viggo Mortensen está inmenso y a pesar de su corpachón se nos aparece como un corderito en medio de los lobos. Soledad Villamil nos regala una interpretación vibrante de modo que se nos hace muy corto su papel. La escena que comparte con Viggo en la celda, donde ella descubre la suplantación, resulta admirable. El malvado Daniel Fanego es todo un hallazgo: su presencia transmite amenaza y su gesto insidia.



Viggo Mortensen tiene una implicación muy personal en el film del que comenta: 
"Lo que tiene de interesante y original, para mí, esta película, es que de alguna manera se llega a la verdad a través de la mentira. El personaje de Agustín miente. Obviamente lo hace cuando hace de su hermano Pedro, pero hasta cierto punto ha mentido también como Agustín." 
Y también: 
"En nuestra película, como en toda historia enmarcada en el género del cine negro, policíaco, casi todos los personajes de alguna manera son culpables y fracasados, con una gran frustración. Pero a la vez todos esos personajes tienen la oportunidad de demostrar coraje, y cierta garra que les hace llegar a entenderse a sí mismo." 

La película tiene un desarrollo dramático reconocible gracias sin duda a la labor de Ana Cohan, guionista también de la estupenda Sin retornoPero en este caso la cinta adolece de un problema de ritmo.  Justo en su parte central parece que se estanca y el personaje de Agustín flota en una indeterminación engorrosa. También se echa en falta una mayor contundencia a la hora de plasmar el mal. 

De todos modos una buena película.

martes, 25 de septiembre de 2012

Leyenda, verdad, mito




Mircea Eliade, en El mito del eterno retorno:
"Poco antes de la última guerra, el folklorista rumano Constantin Brailoiu tuvo ocasión de hallar una admirable balada en un pueblecito de Maramuresh. En ella se habla de un amor trágico; el joven prometido había sido hechizado por un hada de las montañas y, pocos días antes de su matrimonio, el hada, celosa, le había arrojado desde lo alto de unas rocas. Al día siguiente los padres habían encontrado su cuerpo y su sombrero enganchados en un árbol. Trasladaron el cadáver al pueblo, y la joven llegó a su encuentro. Al ver el cuerpo inerme de su prometido entonó un canto fúnebre, lleno de alusiones mitológicas, texto litúrgico de una nostálgica belleza. Tal era el contenido de la balada. El folklorista, al registrar las variantes que había podido recoger, se interesó por la fecha en que había ocurrido la tragedia: le respondieron que se trataba de una historia muy antigua, que había ocurrido "hacía mucho tiempo". Pero, prosiguiendo su investigación, el folklorista averiguó que el suceso databa de cuarenta años antes. Acabó incluso descubriendo que la heroína estaba viva todavía. Fue a visitarla y escuchó la historia de su propia boca. En realidad era una tragedia bastante trivial: su novio, por un descuido, cayó una noche por un precipicio; no murió al instante; sus gritos fueron oídos por unos montañeses que le transportaron al pueblo donde falleció poco después. Durante el entierro, su novia, junto con otras mujeres del lugar, había repetido las lamentaciones rituales acostumbradas sin hacer la menor alusión al hada de las montañas.

Así habían bastado unos cuantos años para que, a pesar de la presencia del testigo principal, el acontecimiento se viera desprovisto de toda autenticidad histórica, para transformarse en un retrato legendario: el hada celosa, el asesinato del novio, el descubrimiento del cuerpo inerme, el lamento, rico en temas mitológicos, de la prometida. Casi todo el pueblo había vivido el hecho auténtico, histórico, pero ese hecho, en tanto que tal, no les satisfacía: la muerte trágica de un joven en la víspera de su boda era algo diferente a la simple muerte por accidente; poseía un oculto sentido que sólo podía revelarse una vez integrado en la categoría mítica."



Claudio Magris en Conjetura sobre un sable, reconstruye un rocambolesco episodio de la Segunda Guerra Mundial; el referido al oficial zarista Krasnov, feroz anticomunista que, ya envejecido, se une a los nazis para emprender una última campaña que finaliza en Carnia, donde Hitler le había prometido que establecería la nueva patria cosaca. Entre la historia y el mito, el libro es una metáfora sobre el destino ciego.
En el post scriptum leemos
"Ninguna historia, dicen las flores del lino en una fábula de Andersen, acaba nunca, y también esta historia ha tenido su pequeña continuación en la realidad. Algunos cosacos, de los cuales luego me he hecho amigo, se quejaron al escritor de que, sentado con toda tranquilidad en su mesa, pretendiera interpretar y explicarles una tragedia que ellos vivieron en sus propias carnes; un ex partisano, Ateo Borga, escribió un artículo para corroborar la autenticidad de la versión mítica, históricamente insostenible, de la muerte de Krasnov en Carnia..."


Cesare Pavese en la avvertenza de Los Diálogos con Leucó:
“De haber podido, habríamos prescindido de buen grado de tanta mitología. Pero estamos convencidos de que el mito es un lenguaje, un medio expresivo, es decir, no algo arbitrario, sino un vivero de símbolos al que pertenece, como a todos los lenguajes, una particular sustancia de significados que ningún otro podría expresar. Cuando recogemos un nombre propio, un gesto, un prodigio mítico, decimos en media línea, en pocas sílabas, una cosa sintética y comprensiva, un meollo de realidad que vivifica y nutre todo un organismo de pasión, de estado humano, todo un conjunto conceptual. Y si luego este nombre, este gesto y prodigio, nos resulta familiar desde la infancia, desde la escuela, mejor que mejor. La inquietud es más auténtica y cortante cuando remueve una materia usual. Aquí nos hemos contentado con servirnos de mitos helénicos dada la perdonable boga popular de esos mitos, su inmediata y tradicional aceptabilidad. Nos horroriza todo lo que es descompuesto, heteróclito, accidental, y pretendemos -inclusive materialmente- limitarnos, darnos un marco,  insistir sobre una presencia conclusa. Estamos convencidos de que una gran revelación sólo puede salir de la testaruda insistencia sobre una misma dificultad. No tenemos nada en común con los viajeros, los experimentadores, los aventureros. Sabemos que el más seguro –y el más rápido– modo de asombrarnos, es mirar impertérritos siempre el mismo objeto. En determinado momento nos parecerá –milagroso– que nunca lo habíamos visto”.



John Ford incluyó esta legendaria frase en su mítica película El hombre que mató a Liberty Valance
"En el Oeste, cuando la leyenda supera la verdad, publicamos la leyenda".

viernes, 21 de septiembre de 2012

Shibumi

de Trevanian





Una espléndida novela de espías que carece de acción, persecuciones y tiroteos; que devana intensas páginas sobre espeleología y nos sumerge en la filosofía del juego Go, que critica a la sociedad norteamericana y a sus gobiernos y que nos presenta una introducción al estudio del euskera.

 Una novela de espías que en realidad es un bildungsroman, la historia de formación de un espía: Nicholai es un apátrida de madre rusa y padre alemán en una China invadida por los japoneses. Su aprendizaje juvenil siendo prisionero de un general nipón le lleva a convertirse posteriormente en su hijo adoptivo, impregnándose hasta la médula de su cultura milenaria.  Al terminar la Segunda Guerra Mundial y después de asistir al trágico final de su padre adoptivo acabará reconvertido en un experto en claves del ejército norteamericano.

Es muchas solapillas se le tilda como el mejor James Bond. Es un insulto. Quizás el gusto y la exquisitez les una; pero Nicholai posee una filosofía vital radicalmente distinta.
"No esperaba que se comportase tan correctamente. La mayoría de la gente de su edad y condición están tan engreídos de sí mismos, tan preocupados por sus cosas, que no se dan cuenta de que el estilo y la forma lo son todo y, la sustancia, un mito pasajero. No es lo que se hace, sino cómo se hace." pág. 264
Nuestro espía persigue el inefable shibumi:
"Shibumi alude a un gran refinamiento fundamental bajo una apariencia corriente. Es un concepto tan correcto que no tiene que  ser audaz. Tan sutil, que no tiene que ser bonito. Tan verdadero, que no tiene que ser real. Shibumi es comprensión más que conocimiento. Silencio elocuente.En el comportamiento, es modestia sin recato. En el arte, donde el espíritu del shibumi toma la forma de sabi, es elegante simplicidad, brevedad articulada. En la filosofía, en la que el shibumi emerge como wabi, es un sosiego espiritual que no es pasivo; es el ser sin la angustia de la conversión. Y hablando de la personalidad de un hombre, es...¿cómo podría explicarse? ¿Autoridad sin dominio? Algo parecido....
-¿Cómo se puede alcanzar el shibumi señor?
-No se logra, se ....descubre." pág72
El relato se afronta desde dos puntos de vista. La historia de formación de Nicholai Helm y la investigación de Diamond, jefe de la organización Madre, para identificarle y desactivarle. Los capítulos de ambas líneas se alternan a lo largo del libro. La acción deviene en reflexión sobre las motivaciones humanas. Diamond no sale de su despacho en toda la novela.
"Diamond meditó un poco sobre la información de Asa Stern. Su intuición estaba aguijoneada por una línea: profesión y/o cobertura...granjero, periodista, poeta, historiador. Por consiguiente, no se trataba de un terrorista típico, sino de algo peor: de un patriota romántico." pág. 31
"No había en el mundo ordenador alguno, ni tan siquiera Fat Boy, que pudiera responder directamente a semejantes cuestiones. Las preguntas tenían que plantearse en términos de capítulos no frecuentes o intercambio de relaciones discontinuas o esporádicas. Las acciones llevadas a cabo en su forma más simple sin una razón aparente, o contrarias a la lógica lineal, podrían indicar motivos ocultos o porque acciones idénticas podrían derivar del odio, de la locura o de la extorsión. Además, en el caso del amor, la naturaleza de la acción raramente ayuda a identificar el impulso de motivación. Es especialmente difícil separar el amor de la extorsión". pág. 31
Nicholai Helm posee un alma macerada en la más ancestral filosofía japonesa. No soporta el mercantilismo occidental, ni la ausencia de elevados valores:
"Para el occidental hay algo turbadoramente femenino en vuestro concepto de la virilidad. Recién llegados del campo de batalla, os vestís ropajes suaves y paseáis por vuestros jardines, admirando compasivamente el pétalo que cae de la flor del cerezo y estimáis que la gentileza, igual que el valor, son manifestaciones de virilidad. Para nosotros, eso parece cuanto menos caprichoso, por no decir una contradicción. A propósito, ¿cómo va creciendo tu jardín?
-Está lográndose.
-¿y eso significa?
-Que cada año es más sencillo.
-¡Exacto! ¿Te das cuenta? ¡Esa maldita tendencia japonesa a las paradojas  que resultan al final ser silogismos!" pág. 321
El libro es ácido y sin concesiones con la sociedad norteamericana que por cierto, el autor abandonó para asentarse en las montañas vascofrancesas.
"La versión americana del Gobierno representativo confirma que cualidades tales como la inteligencia y la ética, atributos propios y necesarios para que un hombre pueda guiar con responsabilidad a una nación poderosa son precisamente las cualidades que tendrían que impedirle tener un comportamiento rastrero, suplicando votos y repartiendo nombramientos. Es un axioma de la política americana el que ninguno de los que ganan las elecciones se lo merezca."pág. 34
Y también con la gran manzana podrida:
"Es una ciudad asustada en la que todo el mundo está entregado a una persecución, ardiente e ilimitada, del dinero: los banqueros, los ladrones, los negociantes, las prostitutas. Si caminas por las calles de Nueva York y te fijas en sus ojos, verás dos cosas: miedo y furia. Se refugian detrás de sus puertas con tres cerrojos. Luchan con hombres que no odian y hacen el amor con mujeres que no aman.". pág 275
Hablando en términos Go, cómo afrontar el juego y el carácter que te imprime, la novela abunda en esos momentos preciosos que comparten maestro y discípulo:
"Tu desprecio por la mediocridad te ciega, dejándote a merced de su gran poder primitivo. Permaneces en el resplandor de tu propio brillo, incapaz de ver los oscuros rincones de la habitación, de dilatar tus ojos y apreciar los peligros potenciales de la masa, del conjunto de la Humanidad. En este mismo momento en que estoy diciéndotelo, querido discípulo, tú no puedes creer que hombres inferiores, sea cual fuere su número, puedan vencerte realmente. Pero estamos en la época del hombre mediocre. Es un hombre estúpido, descolorido, fastidioso, pero inevitablemente victorioso. La ameba sobrevive al tigre porque se divide y continúa en su monotonía inmortal. La masa son los tiranos postreros." pág. 101
Trevanian contó en una entrevista que ante la premura de entregar un nuevo libro a su editor, volvió la mirada a su juventud en Japón, cogió el formato de superespías y lo quebrantó. Su éxito fue inmediato y demoledor desde su publicación en 1979. Quería escribir una verdadera novela aunque tuviese el continente de un género popular. La personalidad de Nicholai logra cautivarnos, así como los capítulos que abordan su ardua formación. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Total Recall


de Len Wiseman




Aparatosa y hueca película con un diseño de producción fastuoso al servicio de una historia mínima y confusa. Recoge sólo algunos retazos, sin añadir nada nuevo,   de la original dirigida por Paul Verhoeven, para entregarnos una película innecesaria. 

Douglas Quaid es un obrero que tiene constantes sueños donde él es un espía en una trama de rebelión. Pretendiendo colmar su insatisfacción, acude a Memory Call para que le injerten falsos recuerdos de una vida más heroica. Es entonces cuando todo se precipita y las persecuciones y su doble papel cobran realidad. Precisamente esta seña de identidad que albergan los relatos del maestro Philip K. Dick -la difuminada línea que separa la realidad de los sueños- era una de los avales de la anterior película. La desafiante escena donde el psiquiatra interpela al protagonista conminándole a salir del sueño era la mejor prueba. De la fuerza mostrada allí, aquí no aparece ni un atisbo. 

En un reportaje el director y el productor nos explican los esfuerzos realizados para que las escenas de acción (sobre todo las escenas de persecución con coches que levitan magnéticamente) fuesen muy realistas y espectaculares. Pues bien, cabe decir que el esfuerzo ha tenido éxito. Construyeron los vehículos futuristas y los encaramaron sobre coches reales; de ese modo toda la cinética es muy verosímil. En la película hay tres largas secuencias de persecuciones: la mencionada de coches, otra sobre los techos de chabolas que conforman un abigarrado laberinto alrededor del río y una tercera en un nuevo laberinto, en este caso de ascensores que pueden ir en todas direcciones. Esto es lo mejor de la película, una ambientación oscura y futurista, cuidada hasta el detalle y muy conseguida. Pero no hay historia que recorra este magnífico escenario.


Del mismo modo cambiar Marte por Australia sustrae a la trama su objetivo final, la liberación; puesto que la opresión laboral de los trabajadores en La Colonia resulta poco trascendente.

El recorta y pega que suele practicar el guionista Kurt Wimmer, en este caso resulta extenuante. Kate Bekinsdale repite su papel de Underworld y hasta en algunos saltos y peleas me parece apreciar sus colmillos. El ejército de robots con que Cohagen quiere arrasar la Colonia está directamente calcada de El Ataque de los clones de Lucas. Además ni se sabe qué pintan aquí, porque el gobernador quiere arrasar la colonia y sustituir los obreros por robots....cuando no hay rebeldes ni rebelión. Será una forma nueva de capitalismo (joder porque sí).  Las persecuciones por callejuelas superpobladas y asfixiantes remedan Blade Runner; los ascensores cúbicos deslizándose por un laberinto tira líneas con Cube; y hasta la reciente Origen con sus peleas sin gravedad, tiene aquí su eco. 

Los mutantes de Marte y el propio Kuato tenían entidad dramática como seres sojuzgados. En cambio el Kuato interpretado por Bill Nighy resulta irrelevante y la causa rebelde inexistente.
Lo que representaba el secreto de la mina Pirámide con un reactor capaz de convertir el hielo del subsuelo en una atmósfera respirable y revertir el statu quo, aquí no aparece, ni se cita qué liberación se busca o qué factor la puede producir.

Entretenida a ratos. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

El legado de Bourne

de Tony Gilroy


Cuarta y agradecida película de la saga Bourne que abunda en la acción pura segregadora de adrenalina.
La trama está perfectamente dibujada por un Tony Gilroy que ya actuara como guionista en la segunda y tercera de la serie dirigidas magistralmente por Paul Greengrass.

Esta saga añade secuelas de una forma muy particular y atractiva. No son absolutamente lineales sino helicoidales. La tercera ocurre entre varios puntos temporales de la segunda y esta cuarta ocurre a la vez que varios momentos de la tercera, como el asesinato del periodista de The Guardian en la estación o la llegada de Bourne a Nueva York para robar la documentación secreta de la operación Blackbriar. Si el ritmo de las películas ya es de por sí excitante, esta forma de entretejer los hechos las dota de una de una fuerza añadida.

Las escenas de acción siguen siendo espectaculares y marca de la casa (persecuciones por los tejados y azoteas de Manila o una de motos en medio del endiablado tráfico de la capital filipina.)

La trilogía interpretada por Matt Damon tenía un componente trágico, el héroe asaltado por sus demonios y a la búsqueda de su origen e identidad. Esta nueva entrega es más plana. La Agencia supersecreta teme que se destapen sus chanchullos, quiere cerrar el chiriginguito y destruir todas las pruebas; pero un agente se rebela contra este destino. Recordando su orígenes, este nuevo Bourne rememora una conversación con su jefe (Edward Norton), en la que éste le suelta: Somos tragapecados. Moralmente indefendibles, pero estratégicamente necesarios. 

El ansia de EEUU por dotarse de armas asépticas, manejadas desde la distancia y sin prejuicios morales da mucho juego. Estos superagentes que actúan mecánicamente son un remedo de los famosos drones (aviones de reconocimiento y combate teledirigidos) que también aparecen en la película. 
Asimismo la multiplicidad de programas secretos. De hecho hay un momento en el que aparecen sobre la mesa no sólo los programas Threstone y Blackbriar, sino Outcome, Larx, y otros. Parece una invitación a rodar trilogías sin fin.

La fragilidad de este héroe con mil y una habilidades le viene determinada por su dependencia de una medicación y la compañía de una doctora que le ayudará a descubrir todo el pastel. La película se beneficia de la buena química que destilan los dos protagonistas Rachel Weisz y Jeremy Renner.


La prueba inicial del héroe cruzando Alaska, el suspense del ataque con los drones, el asalto a la casa de la doctora, la huida sin fin. La serie promete emociones y acción sin límite aunque a estas alturas hay dos circunstancias que patinan. Una es que en la primera y segunda película existía un superjefe secreto, Brian Cox; en la tercera aparece un nivel superior de mando con Joan Allen, David Strathairn y Scott Glenn. Y en esta cuarta  entrega nos encontramos con nuevos niveles, Stacy Keach, y aún un megajefe (Edward Norton). Todo lo cual hace que nos preguntemos si la CIA y la NSA tienen más niveles de mando que el SuperMario plataformas.

Aunque lo más grosero es el descarado final,  cortando la acción como si fuera un mero capítulo al que solo falta el "continuará".  La primera trilogía cerraba perfectamente cada una de las películas exprimiendo todo su material. Ahora más parece una operación de marketing y venta.

Pero a pesar de todo el entretenimiento está asegurado.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Another Year (Otro año más)

de Mike Leigh







 Drama fluido y de intensa naturalidad en el que asistimos a la vida de un puñado de personajes que rotan alrededor de un matrimonio ya maduro y muy bien avenido, Tom (Jim Broadbent) y Gerri (Ruth Sheen). Cada uno de ellos afrontan diversos cambios en la vida y notan el regusto amargo que les viene a la boca por la decepción por sus vidas.

En el ciclo de un año (maravillosa y sutil fotografía señalando el otoño o la primavera) únicamente el hijo encuentra mujer y felicidad. A ello se contraponen las historias de su amigo Bob, solitario y bebedor, o de su amiga Mary, egocéntrica y pizpireta que no acepta el paso de los años.

Ambos amigos comienzan a notar los mordiscos de la soledad y la inanidad de su trabajo y de sus vidas; por lo que se acercan al calor del matrimonio.

Los diálogos y las escenas emergen plenos de verosimilitud. Transmiten sinceridad y emoción sin aspavientos, haciéndote partícipe en su devenir.

El hermano mayor de Tom acaba de perder a su mujer y queda aturdido mientras su hijo hace acto de presencia de forma airada y violenta. En un momento dado espeta. "No sé qué debo hacer". Son unas escenas desoladoras que retratan ese momento en la vida en que, después del ajetreo, te paras y compruebas que estas sólo y ante ti sólo encuentras un erial.

Lesley Manville
Las interpretaciones son portentosas y Lesley Manville destaca gracias a la composición de un personaje complejo y doliente. A pesar del declive que marca su edad, se pretende mujer de empuje, caprichosa e independiente. La cruda realidad acabará devolviéndole el reflejo  de una vida fracasada que se aboca a la soledad.

La película es una depurada recreación del Kitchen sink drama: drama del fregadero de la cocina. Esta corriente de cine nace en los 60 en Inglaterra (con Tony Richardson y Lindsay Anderson) y es allí donde resulta especialmente brillante. Se caracteriza por retratar de forma realista el mundo adulto y centrarse en pequeños detalles de la vida diaria que aborda con humor y sutiles emociones. 

La vida está llena de ruido y gritos. Hay un momento en que Gerri dice "los gritos son potestad de los jóvenes". Es verdad. Con la edad empiezan a dejar de sonar el ruido y la música para ser sustituidos por una íntima plenitud o la asfixiante oquedad.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Juan de los Muertos

de Alejandro Brugués





Sorprendente y cachonda película cubana de ¡zombies! Ahí es nada la rareza.
Con muy pocos medios, la producción es muy esmerada y los escenarios naturales de la Habana, con sus decrépitas casas y carros desvencijados, ayudan a presentar un entorno apocalíptico. El tono es tan desvergonzado y lenguaraz, las situaciones tan delirantes que nos gana sin remedio.

En principio la infección es tratada por el régimen como un nuevo asalto del imperialismo, por lo que el humor negro impregna toda la cinta. Juan y su pequeño comando, que sobrevive en medio de la debacle, les grita "¡disidentes!" a los zombies que van reventando.

En una de las mejores escenas, uno del grupo pregunta si no van a ayudar a la población. A lo que le responden que no. Pero chico, no ves nada raro. No, veo que hacen lo de cualquier día.
Es decir gente con el cerebro lavado que pulula por la calle como zombies, buscándose la vida.

Hay multitud de metáforas como el hecho de que Juan vea una oportunidad de negocio en esta situación y monte su empresa bajo el lema: Juan de los Muertos, matamos a sus seres queridos ¿en qué puedo ayudarle?. O cuando los supervivientes se echan al mar con flotadores hechos de cualquier cosa y descubren que por el fondo del mar también vienen caminando los zombies. O cuando el grupo es llamado a un hotelucho donde un puñado de españoles zombies estaban de turismo sexual. 

El tono paródico y hasta la sonoridad del título nos remiten a la película de Edgar Wright, Shaun of the Dead; aunque en este caso menos atildada y más estrafalaria.


La fuerza de la idea motriz (con diálogos desternillantes), el desarrollo sostenido de la acción y un grupo de actores bien conjuntado hacen de esta película un logro semejante a lo que supuso en su día El Mariachi de Robert Rodríguez o El Proyecto de la Bruja de Blair: ideas frescas, audacia y desfachatez para regalarnos una pequeña joya.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Nunca me abandones

de Kazuo Ishiguro



Esta novela es pura evocación. Una remembranza de la adolescencia y juventud pasadas en un internado cuyas huellas serán indelebles. Esa evocación de las personas queridas y los lugares compartidos tiene tal fuerza que produce en nosotros la misma añoranza del paraíso perdido. 

La joven Kath, ahora ya absorta en las idas y venidas de su vida profesional revive su historia y la de sus compañeros Ruth y Tommy. Educados en un entorno singular que incentiva sus dotes artísticas, se les prepara para algo importante: "sois especiales", se les repite. Por de pronto todos son estériles y pueden vivir su vida sexual libremente, ninguno tiene padres o familia, el tabaco está proscrito. Una verdad terrible poco a poco se desvelará.

La novela habla de la soledad en un mundo que funciona de espaldas a los protagonistas. Cuando van por las calles parecen deambular por los intersticios de los muros y ventanas en vez de por las calles. Resultan invisibles al resto de los mortales. Nunca se relacionan con gentes del exterior.

Internados en el colegio de Hailsham pasan la adolescencia. Al llegar a la juventud salen a vivir a las Cottages como anticipo de su salida al mundo, bien para empezar sus "donaciones" o bien como "cuidadores". El relato es un intento de explicar el mecano en el que están insertas sus vidas. Una explicación aparentemente desapasionada que afronta  una de las piezas de mecano; por eso no se percata de su trágico destino.

La obra tiene un toque de ciencia ficción, los personajes tienen una vida absolutamente condicionada; pero ese hipotético futuro resulta tan inmediato que incluso el libro comienza anotando que se trata de Inglaterra a finales de los 90. Lo que interesa es la peripecia vital de unas personas que nacen con una función, con un destino marcado a hierro.
En el fondo no dejan de representarnos a todos nosotros cuyo destino final no desconocemos.

Quizá algo prolija en determinadas situaciones, en sus páginas abundan los detalles que conforman la personalidad, los significados de gestos y objetos,  las preocupaciones y los recuerdos de la protagonista.

Toda la novela bascula entre la soledad y el pasado. El encuentro entre los tres protagonistas, separados hace tiempo, nos ofrece algunas claves 
"A veces me siento tan inmersa en mi propia compañía que si de improviso me topo con alguien que conozco, es como una especie de conmoción y tengo que sobreponerme para actuar con normalidad." pág. 257
"...le dije que teníamos que seguir hablando la próxima vez que nos viéramos. Pero mientras lo decía las dos éramos profundamente conscientes de algo que aún no habíamos mencionado, y creo que las dos sentimos que no estaba en absoluto bien que nos despidiéramos de ese modo. De hecho, hoy tengo la certeza de que en aquel momento nuestras mentes discurrían por idénticos senderos, y le oí decir:
   -Es muy extraño. Pensar que todo pertenece al pasado...
Me volví en el asiento para mirarla otra vez.
   -Tan extraño... -repitió Laura-. Supongo que ahora ya me tendría que dar igual. Pero no es así.
   -Sé lo que quieres decir.
Fue ese último intercambio, cuando finalmente mencionamos el cierre de Hailsham, lo que de pronto nos acercó como en otros tiempos, y nos abrazamos de forma absolutamente espontánea, no tanto para consolarnos como para afirmar Hailsham, el hecho de que aún pervivía en la memoria de ambas. Y acto seguido me apeé y me dirigí apresuradamente hacia mi coche." pág. 260

La novela posee tal fuerza de evocación que pone en pie varios mitos muy sugerentes. El condado de Norfolk, adonde va a parar todo lo que se pierde sean objetos o personas.
El título es el de una canción de Judy Bridgewater muy significativa para la protagonista.
Madame y la Galería. De vez en cuando llegaba al internado Madame, seleccionaba los mejores trabajos de poesía, pintura o escultura y se los llevaba. Es curioso el papel que juega el arte. Asunto central en la enseñanza de Hailsham, provoca una explicación mitológica en Tommy sobre cómo el arte podrá redimirlos a todos.

La profundización en las cualidades de nuestras vidas,  la deshumanización del mundo, el libre albedrío. Estos son los mimbres que trenza el libro. Uno de sus compañeros le dice a Kath,  tú no lo entenderías porque no eres donante, eres cuidadora. Los roles nos contienen y determinan.
Una de las cosas que mejor hace Ishiguro es trenzar los recuerdos, tomarlos del cuenco trabados unos con otros como cerezas. Esto se puede apreciar entre las páginas 236 y 252, unidas por una situación en que Ruth  hace como que ha olvidado algo que Kath cree imposible de olvidar. Al hilo de esto surgen otros temas como la cinta de Judy Bridgewater que Kath perdió y Ruth descubre en su habitación, regalada por Tommy en secreto. O el asunto de que Ruth descubriera que Tommy había contado a Kath su teoría sobre la Galería mucho antes de que ella -su novia- se enterara.

Este enredo de recuerdos también se reproduce en escenas que relata la protagonista y mucho más adelante son respondidas por otras personas, como en este caso Madame:
"Lloraba por un razón totalmente diferente. cuando te vi bailando aquella tarde, vi también algo más. Vi un mundo nuevo que se avecinaba velozmente. Más científico, mas eficiente. Sí. Con más curas para las antiguas enfermedades. Muy bien. Pero más duro. Más cruel. Y veía a una niña, con los ojos muy cerrados, que apretaba contra su pecho el viejo mundo amable, el suyo, un mundo para ella, en el fondo de su corazón, sabía que no podía durar, y lo estrechaba con fuerza y le rogaba que nunca, nunca la abandonara. Eso es lo que yo vi." pág. 333

La vida es dejar nuestros trozos en el pasado. El ejercicio de recuperar su aroma es lo que mejor hace Ishiguro, dotándolo de una vibrante viveza. He de reconocer que las páginas finales me han puesto un nudo en la garganta de pura emoción.



Mark Romanek dirigió una sentida adaptación cinematográfica de esta novela. Carey Mulligan (Drive) y Keira Knightley están estupendas. La adaptación es fiel; pero el libro -por supuesto- llega más lejos en sus ecos y más profundamente en las emociones.