jueves, 26 de abril de 2012

Black Mirror

creador Charlie Brooker




El creador de Dead Set nos da un puñetazo de lo más irreverente con esta serie de sólo tres capítulos -bendito formato británico- pero de una intensidad brutal.

Son tres historias desafiantes y absolutamente independientes. El nexo entre ellas es que retratan un futuro muy próximo con una altísima y determinante presencia tecnológica en la vida de los protagonistas. Según el creador de la serie, Black Mirror se refiere al reflejo que encontramos en las superficies de ordenadores, tablets, etc)

En el primero, The National Anthem, una llamada despierta al primer ministro británico. Un secuestrador ha colgado en Youtube una grabación donde se ve a la princesa del Reino Unido (un remedo de la popularísima Lady Di) llorando y leyendo un mensaje con las exigencias para liberarla: El primer ministro ha de aparecer en la tele, en directo y prime time, sin trucos,  follándose a una cerda. ¡ !
La realización afronta esta circunstancia con absoluto realismo: las reuniones del gabinete (qué dice el manual, pregunta a sus asesores. Sobre esto no tenemos manual, le responden), y la opinión pública primero incrédula, luego morbosa. El primer ministro ha de elegir entre su dignidad o la vida de la princesa. Él es el instrumento del juego, pero la diana del tiro es toda la sociedad. El desenlace es un anticlimax atroz.


15 Million Merits es el más futurista, un Show de Truman salvaje y delirante.  Sus personajes permanecen encerrados en cubículos que en vez de paredes tienen pantallas con una publicidad constante y agresiva. No pueden apagarlas, deben recibir obligatoriamente los mensajes. Cada mañana acuden a una sala para pedalear ante otra pantalla. Con estas horas de pedaleo ganan créditos o merits. Con ellos se puede comprar comida, pornografía o mejorar tu avatar. La única salida a esta vida monótona y vacía es acudir a un concurso televisivo tipo "Tú si que vales", pero para eso necesitas disponer de 15 million merits. No hay intimidad, no hay sociedad, la maquinaria lo atrapa todo... hasta que el protagonista conoce a una joven con una voz maravillosa. Ahora sí tiene un objetivo para pedalear, quiere ofrecerle todos sus créditos para liberarla. Pero el mecanismo está muy engrasado y la salvación no es lo que parece.

The Entire History of you es el más desasosegante porque somos nosotros mismos quienes nos obsesionamos con la tecnología hasta destruir nuestra vidas. Con unos implantes podemos grabar y guardar absolutamente todo lo que vemos y mediante un pequeño mando reproducirlo.  Unos padres visionan los recuerdos que durante el día ha tenido su bebé (¿?).  Una pareja cena en casa de unos amigos. El marido sospecha de su mujer. Esa noche pasa las horas visionando una y otra vez la cena, las miradas, los gestos. Todo es presente, la locura acecha.
Hay una escena que resume el espíritu de este capítulo, cuando la pareja está haciendo el amor y cada uno activa el modo reproductor usando el pasado para excitarse. Una morbosa suplantación.


La serie posee una factura y un guión impecables. El resultado sin duda resulta impactante y mordaz.

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