viernes, 1 de abril de 2011

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

de Philip K. Dick




¿Merece la pena leer o releer esta novela de Philip K. Dick, toda vez que su adaptación al cine "Blade Runner" ya es un clásico que cumple 30 años? Sí.

La película sigue estando ahí, imperial; pero la novela tiene el germen de tantas cosas, que ahora mismo se podría hacer otra película genial basada en la misma novela y totalmente distinta de Blade Runner.

Todo el mundo sabe que las novelas y los cuentos de Philip K. Dick son torrenciales en ideas aunque literariamente irregulares. Pero conteniendo tantas ideas, hablando de la mente y sus mundos, de la búsqueda del sentido de la vida, la religión, la política, el papel del individuo en la sociedad, la sutil frontera entre realidad y ficción o realidades paralelas, etc.... toda adaptación que se haga no agotará la veta.

Vayamos con una lectura a día de hoy y con la película Blade Runner convertida ya en un clásico. El libro dibuja un entorno de lo más entrópico: el polvo radiactivo que cae constantemente afecta al ser humano, puede amputarle su sexualidad y hasta su inteligencia. Algunos se convierten en seres inferiores, "especiales" o también "cabezas de chorlito". En la película aparece la lluvia ácida, pero sólo como telón de fondo.

Un ser "especial" es Isidore, que es quien ayuda a esconderse a los últimos tres androides. Este personaje crece en la película, se convierte en J. F. Sebastian, con la tara del síndrome de Matusalén, a través del cual los androides acceden al jefe de la Tyrrel Corporation, su creador. Dios. Logrando una escena memorable en la que una criatura sintética inquiere a su creador por la mortalidad.

En la película no aparece el "mercerismo", religión que busca el contacto, la empatía entre los seres humanos, con todos los creyentes conectándose a través de una máquina. Comparten una visión de Mercer, viejo, ascendiendo por una ladera hasta un lugar donde se despeñará.
En la novela hay un momento en que Deckard reproduce la ascensión -aunque sobre escombros-del mismo modo que el místico Mercer. ¿Demostración de la falacia de la religión? ¿Apunte de Deckar como posible mesías?

Es muy curioso el papel que juegan los animales en el libro. En la película únicamente aparece un búho en la mansión de Tyrrel. Nada más. Pero para quien haya leído el libro este plano esconderá un larga y compleja historia. Poseer un animal -y más si es natural- te hace sentir humano, te dota de equilibrio mental y estatus social. Se trata de un anhelo trascedental para los personajes de la novela.

La Nexus-6 de última generación con la que Deckar acaba teniendo una relación tiene un complejo desarrollo en el libro. Juega a la seducción, utiliza su sexualidad para demostrar a los humanos que el límite que los diferencia de los sintéticos puede llegar a ser indiscernible. En la película, el personaje se simplifica a una relación amorosa en la que ella lucha por reconocerse humana.

Deckard aparece soltero en la película. Le acompaña un rictus de soledad y amargura. Siempre son más atractivos los personajes oscuros y él duda sobre la moralidad de "retirar" a los androides. En el libro está casado, busca que le asignen "retiradas" para cobrar las bonificaciones y poder comprarse animales que le ayuden a ser feliz. La ambientación de la novela es color polvo, ceniza, con edificios abandonados. En la película es negra, nocturna y se beneficia enormemente de los diseños de Moebius y de los espacios que dibujara en esa maravilla de cómic que es "The long Tomorrow".

En definitiva lo que quería decir después de tanto rollo, es que la novela sigue estando vigente, sigue siendo original y valiosa. De tal modo, que podrían hacerse nuevas películas basadas en ella, todas diferentes en el tono, en la trama y.... según quién la dirija podrían también ser geniales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.