jueves, 21 de octubre de 2010

Las carreras de un hombre y un ratón


Flores para Algernon

Daniel Keyes


La historia de un discapacitado mental que sometido a neurocirujía potencia su inteligencia para después de una temporada de intensísimo brillo intelectual volver a desvanecerse en la minusvalía.

He leido la historia original: corta, intensa, tierna, desvalida. Como tal relato ganó el premio Hugo de Ciencia Ficción y cuando posteriormente el mismo autor lo convirtió en novela, ganó asimismo el premio Nebula. Se ha representado en teatro y se hizo una película titulada "Charly" por la que el actor Cliff Robertson ganó un Oscar en 1968 .

Estoy detrás de la novela, pero ya el relato me aparece puro como una gema y magnífico. Todo él se compone de una serie de "Informes de Progreso" que escribe el protagonista. Relatos que los doctores que realizan el experimento le alientan a escribir . Con la única ayuda de estos pequeños textos, Charly nos muestra desnuda toda su peripecia vital: sus anhelos de amor y conocimiento, sus amigos (que dejan de serlo cuando se vuelve más inteligente), su amigo Algernon (el ratón con el que compite resolviendo laberintos y cuyo destino corre parejo al suyo), sus reacciones ante los celos profesionales de sus doctores, ante la visión de otros discapacitados, etc.

Tengo que recordar aquí el paralelismo entre este obra y la más reciente "El curioso incidente del perro a medianoche" de Mark Haddon. Ambos relatos son excelentes, están escritos en primera persona y en los avatares de las frases de verdad logramos percibir el alma de estos seres especiales.
Obra tierna sin ser melosa, profunda sin filosofar, vívida e intensa al mostrarnos un corazón humano.

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